
Aníbal Marval escribe en PÚBLICO sobre ese fenómeno estrambótico de la gente que se hace famosa -y rica- en una determinada actividad, a menudo exenta de requisitos intelectuales. y se permite lanzar sus opiniones sobre cualquier cosa. Yo Chema Tante digo que, de la misma manera que yo no digo nada de tenis, porque ni sé ni me importa nada sobre esa actividad de darle alternativamente a una pelota, los tenistas deberían abstenerse de emitir sus opiniones sobre cosas que no han reflexionado. . Y esto vale también para algunos cirujanos plásticos o futbolistas. Y debo recordar que este, fulano, Nadal, dijo el otro día que "estaba muy orgulloso de ser español, pero que cuando tenía que pagar impuestos, ya no estaba tan contento". Lo cual retrata al hombre. Y por supuesto, negaré que Nadal se dope para jugar al tenis, como le acusaron en Francia, pero parecería que para hablar si que se mete algo