Magnífico, aunque la realidad que describe no lo sea, artículo de Raúl Vega en TAMAIMOS. Esto es lo que nos está pasando. Esto es lo que estamos sufriendo, una segregación, física y emocional en nuestra tierra. Por si alguien no lo sabía, lo diré yo, Chema Tante. Esto es lo que suele pasar en los países colonizados. Raúl hace referecnia a sucesos que han pasado y que siguen pasando, como lo de Playa Tauro y el Macromuelle de Agaete.

Desde TAMAIMOS, Raúl Vega le mete su viaje a la "formación lila" (él no la nombra, yo tampoco). Aunque no estoy de acuerdo con el fondo, si lo estoy con algunas de sus afirmaciones. Pero sobre todo, la categoría del autor obliga a la atenta lectura de este texto. Todo el mundo puede aprender bastante de él.

Ahora, que la falta de memoria lleva a mucha gente a la xenofobia, hay que recordar nuestro pasado (y renovado, encima, estos días) emigrante. En condiciones muy ásperas y huyendo de una realidad trágica. En ese recuerdo, viene al pelo este texto de Raúl Vega en TAMAIMOS sobre una película legendaria de los hermanos Ríos, GUARAPO. De lo que sufrían las gentes campesinas canarias a manos del caciquismo y de cómo escpaban a tanta miseria y a tanto miserable.

Manolo de la Rosa difunde este vídeo de LA SEXTA,  con declaraciones de Raúl Camargo sobre el deplorable asunto de la casa de Iglesias y Montero. Camargo rechaza la consulta, muestra su solidaridad ante los ataque recibidos, pero indica que ha habido un error. 

Desde TAMAIMOS, Raúl Vega hace un balance rápido del estado de los movimientos sociales y certifica que la gente ya se da cuenta de que la acción política no basta. Que es preciso mantener la lucha en las calles y plazas.

Desde TAMAIMOS, Raúl Vega recuerda la notable contradicción que sufrimos en estas islas nuestras, cuya actividad económica -lamentablemente, casi la única- camina con mucha fuerza y genera dorados beneficios, pero sigue arrastrando la misma deplorable situación social, con indicadores de paro y miseria y bajos salarios y desamparo a la dependencia los peores del estado y de los peores de la Unión Europea. Raúl se lamenta de que la gente obrera no se resista a esta injusticia palmaria. Y piensa Raúl, y yo, Chema Tante coincido con ello, que el problema es que esa gente obrera ha perdido su conciencia de clase. Hasta en eso en Canarias hemos mimetizado os vicios españoles: pobres, miserables, pero nos sentimos de otra clase.

Raúl Vega publicaba este artículo en TAMAIMOS en 2015 y yo retomo lo que dije entonces, porque lo más troste de esta situación desesperada que vivimos es que los problemas y desgracias se han injertado, de manera difícil de remover en nuestras vidas. "Partiendo del término acuñado por Elizabeth Noelle-Neumann y apoyándose en Girogio Grossi y un conjunto variado de autoridades, Raúl Vega compone desde TAMAIMOS un muy interesante análisis sobre los sondeos electorales y la distorisón que produce la mala utilización de esta herramienta estratégica que son los estudios de opinión."

Hay que ser un profesional riguroso de la comunicación, como Raúl Vega, para detectar en su justa dimensión y denunciar, las ladinas maneras con que la ciudadanería se ha infiltrado en la vida pública y publicada de Canarias, con una magnitud igual o superior que la de organizaciones con representación en el parlamento. Y de como utiliza esa sobrerrepresenyación que se arroga sin mayor derecho, para minar las características identitarias de Canarias y las posibilidades de maniobra de la gente isleña en el plano político. Un soberbio artículo que abre los ojos a todo cristiano y toda cristiana. Mira que era dificil, pero esta gente ciudadanera es más pilla que la ppera. 

Cuánta magua da comprobar que, va pasando el tiempo y lo que Raúl Vega llama con acierto "el circo de la corrupción" no solamente no se reprime, sino que sigue creciendo a sus anchas. En Canarias, como en el estado de pa'allá, todo el mundo sabe de las íntimas relaciones que existen entre los mundos empresarial y político. Nadie que piense con la cabeza ignora que muchos partidos se han financiado y se financian tarifando decisiones. Y no hay más que mirar el tren de vida de mucha gente de la política, para tener claro que no viven de sus sueldos. Pero los procesos de los pocos asuntos que llegan a los tribunales, se alargan incomprensiblemente y las escasas veces que por fin llegan sentencias condenatorias, no vemos que sus protagonistas paguen las penas que se les imponen. Me refiero a los casos de corrupción, porque cuando se trata de tuits, raps o de intentos de votar, entonces sí que la justicia es rápida y expeditiva. Pero cuando hay que castigar el arramblamiento de perras públicas, en el circo corrupto, la función continúa. Raúl Vega publica en TAMAIMOS este pedazo de artículo con el que no hay otro remedio que coincidir. 

El infatigable TAMAIMOS trae este didáctico artículo de su coordinador, Raúl Vega, que desmonta, con metáforas y razonamientos todas las toletadas que se desgranan con campanuda voz o tecnocráticas redacciones en lo medios mercenarios que defienden el gas. Esa historia ridícula de que, para abrir paso a las energías renovables que sustituyan a las fósiles, lo que hay que hacer es quemar otro combustible fósil. Yo, Chema Tante, proclamo que si velillos como Paco el Chava leyeran este más que sensato artículo de Vega, asumirían el ridículo papel que hacen defendiendo las venales tesis del genuflexo Clavijo. Ojo, que digo que asumirían el ridículo, y sé que me equivoco. Esta insalla lo sabe, lo que pasa es que, como de costumbre en estas islas, la cartera prima sobre el alma. Y lo malo es el tremendo daño que están causando en las mentes de la gente incauta que se come sus trolas. Y lo peor es que la parroquia de TAMAIMOS, como la de La casa de mi tía, como son sensatas y avisadas, ya saben de sobra la fuerte razón que acompaña a Vega.  No somos nosotras las personas que deberíamos leer con atención estas verdades. Pero, en fin, este texto tiene el potente valor de añadir argumentos  a quienes nos resistimos a que nos gaseen las islas y nos desborrifen el sueño no utópico de lograr la soberanía energética para Canarias. Gracias a gente como Raúl Vega, todavía hay esperanza para el pueblo canario.