Los activistas fueron detenidos por encabezar el movimiento social que comenzó en octubre de 2016 en el Rif por la muerte de Mouhssin Fikri, un vendedor de pescado que falleció triturado en un camión de la basura al intentar recuperar la mercancía que le habían confiscado. Las protestas que comenzaron en Alhucemas se extendieron al resto de la región con exigencias de mejoras sociales, económicas y culturales al Gobierno marroquí, ya que aún está considerada una región militarizada.
Importante reportaje de Manuel Martorell en CUARTO PODER, sobre un asunto que debe ser seguido con la máxima atención desde Canarias. Si nuestra solidaridad con el Sáhara Occidental obedece a razones geoestratégicas, de sensibilidad democrática y de justicia, con el pueblo amazigh la solidaridad se alimenta además con el reconocimiento de nuestra común procedencia. Porque el pueblo canario, orgullosamente mestizo, tiene un origen indiscutiblemente amazigh. Y encima, el permanente rechazo a un régimen absolutista despótico medieval que oprime al propio pueblo marroquí.