Francisco Morote destaca el Editorial de LA JORNADA sobre Elon Musk y su poder y el de los supericos, absoluto sobre nuestras vidas y dos recata dos artículos suyos de 2013. Yo, Chema Tante, debo añadir que lo que está haciendo Elon Musk es una salvajada. Además de los ejemplos que cita LA JORNADA, hay decenas o centenares de periodistas que sufren la mordaza, empezando por Pepe Escobar, cuyos artículos aparecec en La casa de mi tía y otros medios alternativos. Esta cuestión del dominio de la prensa hegemónica es gravísimo, porque es la causa de todos los demás agravios a la libertad y a la democracia. Y, como dice LA JORNADA, como dice Morote y como decimos yo y tanta gente más, todo viene de la locura inusitada, nueva en la historia, de que nos granujas, especulando, robando y extorsionando se hayan hecho con toda la riqueza del Humanidad. El problema no es que Elon Musk y la banda de ladrones superricos manipulen a la opinión y con ello, ejercer un ddminio brutal. El problema es que puedan hacerlo, porque nos han robado todo. En todo caso, nunca en mi ya larga vida he sentido yo tanta esperanza. Ya viene el nuevo marco de relaciones planetarias, el multipolarismo y ya se vislumbra el día en que las riquezas de esta gente sin escrúpulos se difumine como lo que es: humo. Porque no puede ser que un tipo pueda comprar un gigante como TWITTER por una suma alucinante, y ni se inmute, sigue siendo el más rico del mundo. Aquí hay trampa y esa trampa se llama la especulación financiera
EFE / SWISSINFO y LA JORNADA informan y comentan este acontecimiento anual. Lo señala Francisco Morote, de Attac Canarias, que aporta el antetítulo. Los ricos que acaparan nueve de cada diez partes de la riqueza mundial, se arrejuntan en Davos, para descuajeringarse colectivamente -el resto del año lo hace cada cual por su lado- de nueve de cada diez personas de la Humanidad. Y también se parten de la risa viendo a ese gentuallo de la polícia que les hace el juego. Cada año, lo mismo, Y cada año OXFAM denuncia que cada año es peor. Y yo, Chema Tante, ya no puedo más de la indignación.