Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista, señala este texto de Javier Gallego en EL DIARIO. Y yo, Chema tante, digo que viene muy pero que muy bien seguir hablando de esta brutal estafa social que es la inflación. Los empresarios aplican sin pudor el concepto capitalista de que el precio se forma cargando el "razonable" tanto por ciento de neficio, a los costes y que luego será el mercado, con el juego de la oferta y la demanda, el que ajuste esos precios a la realidad. Lo que ocurre es que son los propios neoliberales quienes violentan sus propias normas, porque en los artículos de consumo inevitable, cartelizan los precios, se ponen de acuerod. Al final, la dura verdad. El rico gana el pobre paga y muere. 

Anne Morelli " entrevistada por Robin Delobel para INVESTIG'ACTION deja las cosas claras, sobre la guerra de Ucrania. Lo señala Federico Aguilera Klink. Y yo, Chema Tante, digo que la profesora de la Universidad Libre de Bruselas tiene toda la razón. Lo que está pasando es tan claro, que hace falta ser muy ruin o muy bobo para no entender que si Putin es un malvado, Bíden, Von der Leyen, Borrell Sánchez y compañìa lo son más

En EL JUEVES, un artículo destacado por Ramón Afonso, en el que Pascual Serrano comenta la muy conocida vesanía neoliberal de los gobiernos, tanto el perorajoyano del estado de derecha español, como el de la traidora a sus principios nUnión Europea, que se dedican a crujir a quienes cometen el terrible delito de ser pobres, en beneficio enriquecedor de quienes ya detentan la riqueza. Es la tan malvada como falaz teoría de que, si la gente rica es más rica, algunas migajas caeran sobre el resto de los mortales. Pero la verdad es que la avaricia de las personas afortunadas no tiene fin ni freno y se quedan con todo lo que agarran.

No me gusta el título que le han puesto Pablo Trillo y Vanessa López a este artículo en EL DIARIO que recomienda Antonio Aguado. Por supuesto que hay que reclamar la tasa Robín Hood, la carga fiscal a las transacciones financieras. Pero no puede ser el único impuesto que hay que querer. Hay que pedir, sí, que rebajen o eliminen los impuestos al consumo y a las rentas bajas. Pero que suban hasta donde es debido los tributos a las rentas altas y fortunas.

Un verdadero Hood Robín, que roba a los pobres para dárselo a los ricos