Escribe Sara García, en EL PAÍS CANARIO, de ese mal endémico de nuestras islas deafortunadas. Esa grandísima parte de la gente isleña que se encandila con todo lo que venga de fuera en tanto que no puede reconocer atntos valores propios que tenemos. Por eso perdemos el habla y las tradiciones y nuestra forma de ser. Por eso hay en Canarias más pizzerias que restaruantes canarios. Por eso banalizamos nuestro comercio y cada día nos parecemos más a lo peor que haya por ahí, cuando tanto y tan bueno tenemos que ofrecer. Por eso, es fin, arrastramos el calvario de importar prácticamente el noventa por ciento de lo que consumimos, mientras nuestro sector primario languidece... Aunque no deja tampoco Sara de recordar que, pese a todo, todavía nos queda gente con sensatez...
Antonio Aguado destaca este artículo de Sara Calvo Tarancón que comenta desde PÚBLICO el documental FRAGIL EQUILIBRIO, de SINTAGMA FILMS, dirigido por Guillermo García López y protagonizado, no por el Pepe Mujica, sino por sus insignes reflexiones sobre las injusticias que dominan el mundo.
El Gran Canaria Espacio Digital acoge la muestra “Óxido”, de la fotógrafa grancanaria Sara Yun, que ha inmortalizado el drama que viven los tripulantes de un barco abandonado por su armador en el Puerto de la Luz, una obra de marcado carácter social producida por la empresa de servicios sociales Clece con la colaboración del Cabildo de Gran Canaria. La exposición, que ya fue expuesta en el TEA de Tenerife, se puede visitar hasta el 26 de febrero en el Gran Canaria Espacio Digital, C/ Cádiz, 34, de lunes a viernes de 10 a 14 y de 17 a 20 horas.
Indulto y suspensión para Sara: Evitemos la entrada de Sara en la cárcel.
Escribe Sara Rosemberg: "Hay un dibujo de Goya en el que escribe a pie de página “El sueño de la razón engendra monstruos”. Hablaba entonces de los horrores y de los “Caprichos de la guerra”, porque dormida o muerta la razón –la tan vilipendiada y sin la que nos arde en las manos la barbarie- sólo son posibles las monstruosidades más humanas. Humanadas, no animaladas, porque ningún animal sería capaz de tales aberraciones. Claro que para estas humanadas hay causas, y hay historia y hay muchas pruebas documentadas y sufridas. La causa más evidente es la existencia de la propiedad privada y en este caso la apropiación colonial y criminal de la tierra y la vida de nuestros semejantes."
Goretti Alonso cuenta en LA OPINIÓN que Sonia Fernández, la trabajadora de Mararía que lanzó su grito "¿Sus hijos comen?, los míos, de la basura, ha recibido seguridades por parte del alcalde chicharrero de algunas soluciones. Muy cicateras soluciones, pienso yo. Pero algo es algo.