Sebastián Monzón entre la mar, Gáldar y el soneto - por Nicolás Guerra Aguiar
A los casi ochenta y ocho años de su vida, este hombre no es un hombre de ayer. Y como el machadiano de “El pasado efímero”, tampoco es de mañana. Chano Monzón, en sí mismo, es un mortal hecho para el verso, no cualquier individuo a quien podamos limitar en espacios temporales. Abarca más, mucho más: es poeta. Por tanto, palabra perpetua, inspiración.