Firmas
Sor Amparo y la ternura - por Francisco González Tejera
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Sor Amparo era la única que tenía algo de humanidad en la Casa del Niño de Las Palmas, la monja de unos 55 años los protegía de las palizas y las borracheras de los curas y falangistas, que venían de noche a escoger a los chiquillos que iban a violar, estaba mal vista por el clero canario y le habían puesto la etiqueta de “comunista”, simplemente por no permitir los abusos sexuales, las palizas y la venta de los chiquillos huérfanos de personas asesinadas en la isla por los fascistas.