Nota de Chema Tante: A José Guaguero le dije que no escribiera sobre sí mismo y el muy ruinillo me contesta con este grito filosófico de libertad y amistad que publico privado.
Gustavo Duch en SOY COMO COMO y en su blog PALABRE-ANDO comenta lo que muha gente sabe, pero pocas personas asumimos. Estas personas que vienen buscando la vida, esta gente que tanto molesta, que quieren botar al mar, en muchos casos, no vienen del desierto, sino de territorios muy ricos. Lo que ocurre es que son territorios saqueados. Y son los mismos países que prohíben la migración, para de esa manera explotar también a las y los migrantes. Las indecentes personas que execran la migración, que piden que se maltrate a seres humanos sin amparo, son las que se aprovechan de estas desgracias. En este artículo que recomienda Federico Aguilera Klink, Duch trata algo que ya denunciaba María Rodríguez en EL DIARIO hace dos años. La riqueza pesquera del Senegal, como la de toda la costa africana, que mantenía su equilibrio por la explotación sensata de la pesca artesanal, sometida a la depredación de los sistema intensivos. Otra desgracia, para África y para el mundo.
De tantos testimonios de hombres saludando al 8 M, el coherente veterano militante socialista Antonio Aguado selecciona este de david Bollero en PÚBLICO
Ya La casa de mi tía ha tratado el caso de la juvenil activista palestina Ahed Tamimi, víctima, como otros cientos de niñas y de niños, de la brutalidad nazi israelí. Tiene uno que repetir el asombro que causa que el estado de un pueblo que sufrió la agresión nazi haya a su vez asumido las mismas crueldades. Francisco Morote, de Attac Canarias señala en el digital mexicano LA JORNADA este artículo de José Steinsleger, que hace una reseña valiosa de la figura de Ahed, a la que compara con otra joven defensora de la libertad, la paquistaní Malala y que retoma la inicitiva de Gordon Brown "Yo soy Malala". Y Steinsleger también compara, a la inversa, el caso de Ahed, con el de Yifat, joven israelí, procesada porque "abofeteó a un soldado que la detuvo por tirar piedras a palestinos", y que salió rápidamente en libertad.
Se murió Juana Pérez. Ella decía que era cabrera. Pero, a la vista de lo que cuenta en este documental de Estrella Monterrey que reseña Juan García Luján en su SOMOS NADIE, Juana Perez era una filósofa más alta que la espadaña de la iglesia de Tijarafe. Se murió Juana Pérez y con ella se va muriendo todo un estilo de vida en las islas. El cada vez más débil engarce de esta locura de mundo actual con lo que ha sido una cultura, una manera de vivir, una manera de pensar y una manera de ser formada a través de la historia en Canarias. Se murió Juana Pérez, como se murió su marido Narciso y se va muriendo la gente de su (nuestra, aunque a Juan García Luján le pese) generación y el pueblo canario, perdido lo poco que le iba quedando de su identidad, pasa a engrosar las multitudes descerebradas, sin historia, sin luz, sin nada en lo que creer. que se preguntan por el mundo qué demonios son, qué demonios les espera. Se murió Juana Pérez, se va muriendo el pueblo canario.
"Y luego salió de cada pedazo de tierra una luz potente que deslumbró a los asistentes, dejó sin latido al odio y quitó las máscaras a los peligrosos monstruos que segaban la libertad."
Quienes frecuentan La casa de mi tía saben que yo, Chema Tante, soy independentista. Pero también saben que entre las paredes de esta casa tiene cabida cualquier opinión, incluyendo las contrarias a la independencia. Como es el caso de este artículo de Pedro Delgado que publica TAMAIMOS. Pero es que, además, estoy de acuerdo con casi todo lo que dice Pedro. Lamentablemente, la conducta intolerante, cerril, de mucha gente independentista, más el comportamiento venal de mucha gente que se enreda en el nacionalismo para actuar en política, le hacen mucho daño al ideal de quienes creemos en el derecho de los pueblos a decidir sobre su destino. De quienes profesamos un nacionalismo canario tolerante, no exclusivo, ni excluyente, ni racista ni xenófobo ni clasista. Un nacionalismo canario que busca preservar los valores culturales y materiales de Canarias, no para que los disfrutemos en monopolio solamente aquí, sino para compartirlos con el resto de pueblos hermanos, que son todos los del mundo. Creo, sinceramente, que Pedro Delgado hace más por la independencia constructiva con este artículo crítico, que lo que consiguen con sus toletadas muchos talibanes y muchas talibanas que pululan por ahí con sus rencores. Y desde luego, aunque sostengo -es mi única discrepancia con Pedro- que hay mucha gente sensata, honesta y tolerante en el independentismo canario, concuerdo con la idea de que el nacionalismo ni el independentismo no son condiciones ni necesarias ni suficientes para amar y sentir a Canarias. ya me gustaría a mí que todo el independentismo canario trabajara por Canarias y su pueblo como lo hace mucha gente que no se declara independentista.
Un valiente, pero sobre todo, esclarecedor, artículo de Eva Maldonado que señala Antonio Aguado en DIARIO 16. Valiente, porque Eva proclama con orgullo su condición de "roja", es decir, de mujer de izquierda. Y esclarecedor, porque exhibe la actitud de tipos sedicentes socialistas, que vituperan a quienes defienden la recuperación de su partido.
