Parece que las argumentaciones del rector de la ULL no eran tan sólidas. De momento, el juzgado entiende que hay razones para pensar en la improcedencia de las sanciones impuestas a estudiantes claustrales de AMEC, que cometieron el incalificable delito de expresar su opinión y denunciar lo que creían denunciable. Es decir, a estudiantes claustrales de AMEC que cumplieron con la función para la que les eligieron sus compañeros y compañeras.