Con la constancia que merece la importancia de los temas que aborda, Federico Mayor Zaragoza aparece de cuando en cuando haciendo unas contundentes llamadas de atención sobre el drama brutal que sufre la Humanidad. En este artículo que recomienda Francisco Morote, de ATTAC Canarias, aparecido en PÚBLICO, el hombre nos recuerda el deber de la resistencia. Y el delito del silencio.

En ECO REPUBLICANO, reivindicativo artículo de Luis Egea que nos recuerda dos cosas trascendentales. El 1 de abril se cumplen 76 años del remate franquista de su felonía contra el poder constitucional. Y que, desde entonces, ni se ha retomado el hilo constitucional ni se ha instaurado en el estado español una democracia que merezca ser llamada democracia.

La malvada pareja, cavilando cómo impedir que las pobres estudien

Montserrat Gomendio, la muy adinerada secretaria de Estado, además de musa y pareja de Wert, se ha descolgado anunciando la nueva -que no será la última, hasta que nos les saquemos de encima- barrabasada ultraliberal pepera contra los derechos de las personas pobres. ¿No tienes perras para estudiar, pobre desgraciado, o desgraciada? Pues olvídate de que te demos una beca. Te prestamos el dinero y nos lo pagarás con sangre. Y si no te gusta, ya sabes, abandona la presuntuosa extravagancia de querer estudiar y vuelve al sitio en la sociedad que te corresponde. Como quieren imitar en todo [lo malo] a los USA, este es un nuevo paso en el camino que nos lleva al siglo XIX, a la esclavitud, las penas por deudad, el acoso y derribo a las personas pobres... Esc el respeto a esta Constitución que tanto dicen amar ¿sabe usted?

Este es un artículo que Víctor Arrogante publicó en julio de 2013. Pero que no solo no ha perdido actualidad, sino que las fatuas declaraciones de Rajoy y su tropa, así como las de Paulino y la suya confieren nueva y más potente vigencia. Tienen razón, como demuestra Arrogante. La llamada crisis terminó. Con la victoria de los de arriba.

A Vicenç Navarro le han dado los mineros asturianos el premio Pozu Fortuna. Y, al recibir el merecido reconocimiento, el profesor largó este claro y atinado discurso. La verdad habla por su boca. La guerra civil no ha terminado. En estos momentos estamos asistiendo (y sufriendo) a otra batalla de esta contienda de los de arriba contra los de abajo. Lo malo es que pasaron entonces y ahora están voviendo a pasar. Por cierto que no sé si es obra de Navarro o de la redacción la modificación que le pone NUEVA TRIBUNA al título del artículo, pero creo que se equivoca. Esto es un conflicto, sí, pero nunca ha dejado de ser una guerra. La de clases, que, como dice uno de ellos, están ganado, por ahora, los ricos.