El rechazo a Francia en África francófona es el castigo por 12 años de traiciones - por Thierry Meyssan

Sato Díaz en PÚBLICO trata sobe las viles y engañosas políticas del PSOE. Lo señala y comenta Antonio Aguado, coherente veterano militante socialista que achaca este desastre a la jerarquización, que separa a quienes mandan en el partido de sus bases. Y yo, CVhema Tante, no puedo sino añadir que, al final, la culpa es de las bases, que siguen permitiendo esta miserable situación, a pesar del abnegado esfuerzo de gente como Aguado
Cuando se escriba la historia -oprobiosa- del otrora glorioso partido socialista obrero español, del que no le queda más característica que la de español, habrá que agregar a las continuas traiciones a sus ideales primigenios socialistas, obreros y republicanos, la violación de los compromisos que contrajo. Hay que recordar que este PE, partido español, había proclamado que la autodeterminación es la única solución a las tensiones territoriales del estado español. Como también hay que recordar, y lo hace Alfonso Lafarga en este artículo en CONTRAMUTIS, que el mismo partido se había comprometido con el pueblo saharaui a defender sus legítimos derechos. Pero, muy al contrario a lo que dijo y prometió, este partido desleal con sus propias esencias ideológicas, arremete contra el derecho a decidir, al tiempo que apoya la brutal ocupación marroquí del territorio soberano saharaui. Da vergüenza contemplar de nuevo la imagen de González en Tinduf, en los años setenta, cuando no había probado las mieles de la fastuosidad alauita. El artículo de Lafarga lo recomiendan Marga Sanz y Luis Portillo Pasqual del Riquelme
El delegado en funciones (menos mal) del gobierno metropolitano en Canarias, colocado a dedo por el ex ministro del petróleo de cuyo nombre no queremos acordarnos (mejor de ninguno de los dos), y esbirro mayor en funciones de la colonia, haciendo gala del más rancio colonialismo y buscando un protagonismo que no le corresponde, recurrió ante la judicatura los acuerdos plenarios de los cabildos insulares de Las Palmas, Lanzarote y Fuerteventura, así como los ayuntamientos de Guimar, Arafo y Añashw n Chinet (Santa Druz de Tenerife), tribunales que no han tenido el menor reparo en declarar ilegal la bandera tricolor con siete estrellas verdes en las instituciones coloniales, que para eso forman parte del mismo entramado.
Ya en 1973, el agotado gobierno franquista, se había comprometido con la comunidad internacional, sobre el proceso de autodeterminación del Sahara Occidental Español. El régimen de la dictadura se le hacía pesado aguantar aquel territorio. El Frente Polisario, había iniciado su guerra de guerrilla, con una máxima, “respetar por encima de todo a la población civil foránea”.