Dice CANARIAS 7 que el presidente de Canarias tiene jiribillas, en su deseo de reactivar el turismo en Canarias. Pero la gente que sabe le pide prudencia, porque los riesgos que se corren, sanitrios y económicos, son abrumadores. Si se abren las islas a Canarias, la covid-19 se recrudecerá sin remedio. Y, si, encima, el turismo no viene -que todo indica que no vendrá- los recursos se invertirían en balde.invertidos serán en balde. Federico Aguilera Klink señala estas declaraciones de Samuel Acosta, de la Asociación Ossinissa en EL DIARIO EL HIERRO AHORA. Francisco Morote, presidente honorario de ATTAC CANARIAS y yo, Chema Tante, comentamos todas estas cuestiones.
E. Colell / G. Ubieto publican en EL PERIÓDICO esta crónica en la que insisten en la absoluta urgencia y necesidad de implantar, ya, la Renta Mínima. Y yo, Chema Tante, no me cansaré de repetir que la Renta Mínima, no solamente es justa, sino beneficiosa para la economía, mucho más que las ayudas a las empresas.Porque lo que se da a las personas, va al consumo, en tanto que mucho de lo que se da a las empresas, va a los bolsillos de accionistas y, de ahí, a la especulación financiera.
He aquí un ejemplo de los muchísimas malignas consecuencias de haber gobernado mirando únicamente con la lupa neoliberal, del beneficio como se, sin tomar ninguna precaución, sin mirar ni de reojo al futuro. Décadas de despreocupación mientras entraban por puertos y aeropuertos todo tipo de fauna y flora agresivas y perjudiciales. Tenemos nuestra tierra invadida por el rabo de gato, las moscas de todos los colores que tumban palmeras y enferman tomateras, da magua ver las tuneras infectadas por un bicho blanco que no es cochinilla, sino que las pudre... no voy a seguir. Pero ahora Álvaro Acuña uno de eso cerebros que nuestra estupidez presta a las mejores universidades del mundo, mientras las nuestras se arrastran en la mediocridad, señala este importante reportaje de Vicente Pérez en PLANETA cANARIO. No es que a nuestro flamante Patrimonio de la Humanidad lagunero se le incendien los edificios históricos o que una arquitecta goda se haya emperretado en convertirlo en un museo sin vida. Es que ahora la ofensiva de termitas avanza sobre La Laguna en siete frentes. Una termita invasora la Reticulitermes flavipes, que llegó a Canarias no precisamente en patera, sino por una de esas urbanizaciones horteras con que han aplastado las islas. Y desde entonces, nada menos que desde 2005, campa por ahí, sin problemas. Y menos mal que el gobierno de Canarias y el de La Laguna han cambiado, porque con la insalla de la Corrupción Canalla, esta termita se nos come hasta la mesa'noche.
Este sensato editorial que publica EL PAÍS CANARIO está impregnado de una idea esencial. La gestión de aCnarias no puede desatender -y se ha desatendido siempre- de una realidad evidente e ineluctable: nuestra diferencia con todo los demás. En Canarias, la soberanía no es solamente un concepto histórico y de justicia, es una necesidad, marcada por nuestras circunstancia, distinta, fragmentada, frágil y remota, que hace difícil adaptarse a la administración y a las normas de un estado continental europeo del que le separan miles de kilómetros. La tan cacareada autonomía ha demostrado su inanidad para resolver los problemas canarios. Por eso alcanzar la soberanía va más allá de lo que marca la mera justicia, para pasar a ser una cuestión urgente, de supervivencia.
