Otra vez vuelve a caertar el profesor Vincenç Navarro con este artículo en el que insiste en que la estrategia de la Troika, instrumento de los de arriba para esclavizar a los de abajo, apunta al desmantelamiento del esquema de derechos laborales conquistado en siglos de lucha obrera y sindical

Vincenç Navarro dedica esta vez su autorizada atención a un tema que ya dice él que es poco aireada en los medios, pero que debe tenerse muy en cuenta, en la medida en que las medidas ultraliberales vayan obrando el efecto buscado por los poderosos. Porque es cierto que tales medidas son beneficiosas para la economía; lo malo es que esos beneficios solamente los recibirán los de arriba.

Los artículos de Vincenç Navarro guardan tanta coherencia secuencial que es posible -incluso, obligado- analizarlos a pares. Es lo que ocurre con estos dos, aparecidos un día y el siguiente en PÚBLICO y en la web personal, sobre uno de los más sangrantes aspectos de estos tiempos horripilantes. Salarios y luchas de clases, que es la misma cosa.

Vincenç Navarro vuelve sobre el tema, uno de los capitales de esta coyuntura, del nivel de riqueza en el estado español. Como dice el profesor, el problema no es la riqueza, que la hay, y mucha, sino al distribución injusta que se hace. Y en Canarias, no les digo nada.

En sendos artículos, aparecidos, uno en su blos y el otro en PÚBLICO, El profesor Vincenç Navarro aplica su experiencia, su altura ideológica y, sobre todo, su sentido común para explicar dos casos que han causado zozobra en muchas mentes progresistas. Islandia y Suecia. La victoria de la derecha en una, las revueltas populares, en  la otra. 

 "El neoliberalismo es la ideología promovida por los superricos para llevar a cabo políticas públicas que les benefician". Sobre esta definición clarísima de Danny Darling, profesor de la Universidad de Sheffield, construye su artículo el de la Pompeu Fabra y la Johns Hopkins, Vincenç Navarro. Un texto imprescindible que confirma que el neoliberalismo no busca, como dice, la recuperación económica colectiva, sino, solamente, la de la clase de arriba.

Cuando empecé a leer este certero artículo de Vincenç Navarro, ya me preparaba a atreverme a aportillar al respetado profesor. Pero mi observación queda respondida al final del texto. En el punto númeo 8

El Gobierno aborda un nuevo plan de reformas para convencer a Europa (EL PAÍS)

La cuestión es que, mientras un montón de economistas y gente sensata, como Vincenç Navarro y Torres, Grazón, Aguilera Klink, González Vieítes y tantos más aportan soluciones para este desastre que sufrimos, la banda de Rajoy lo único que hace es buscar cómo apalca a sus amos.

Otra diana que hace el profesor Navarro. Como siempre, el hombre puntualiza, ordena y hace visible la información que mucha gente maneja, pero de manera confusa. La cuestión es la profusión de diagnósticos y asertos de autoridades en materia económica avalando lo que tanto el sentido común, como la teoría y la evidencia de los hechos refutan: las recetas ultraliberales como fórmula para la recuperación económica. Porque, claro, es la pregunta que uno se hace a menudo ¿cómo es posible que tanto experto económico se equivoque? ¿no seremos el resto quienes erramos? Y ahí está la solución al enigma que nos aporta Vincenç Navarro.

Extraordinario artículo de Vincenç Navarro. Le demuestra contundentemente a Cospedal que su exabrupto en el que tildaba de nazis a quienes ejercen su legítimo derecho a protestar es tanto más intolerable cuando tiene lugar en un contexto poco respetuoso con la democracia.