Blanco y en botella... Padylla, desde LA PROVINCIA y LA OPINIÓN, une su probada mataperrería gráfica al homenaje que profesamos todos los machos decentes a las mujeres agredidas que han decidido poner fin a esta historia colectiva que alguien ha definido como "sucia y asquerosa". Y también a las otras, a las que han sufrido y sufren el hostigamiento y el chantaje pero que por muchas razones no pueden denunciarlo. El interfecto, en el caso particular que nos ocupa, se irrita porque le desenmascaran. Pero hace mucho tiempo que es necesario desvelar tanta jediondez como se encuentra en la política canaria. Una jediondez integral en la que el machismo abusón y acosador ocupa un preeminente lugar.

La más vitriólica ironía sobre el sórdido cuento a tres de Olga María y sus amores pperos tenía que venir del ruinillo de Juan García Luján. No se piedan la apócrifa, pero genuina misiva que pùblica en SOMOS NADIE y LA PROVINCIA. Ay, si Amparo Ochoa estuviera todavía en este mundo, se descuajeringaría de la risa.