En este artículo en CUARTO PODER, Sato Díaz, para tratar de las posibles cargas tributarias a las fortunas y a las rentas altas para enfrentar el coste de la crisis sanitaria económica y social, se apoya en un trabajo de Gabriel Zucman, Emmanuel Saez, Camille Landais aparecido en VOXEU (hay que añadir la partícula europea, porque el fascio español se ha apropiado de la voz latina). También cita a Yago Álvarez, a Carlos Fernández Liria y Borja Villa Pacheco y a Jorge Verstrynge. Todo ello a cuento del actual debate montado sobre la necesidad urgente de que los estragos producidos por el Covid-19 sean pagados esta vez por quien tiene el dinero y los antecedentes históricos que se conocen, nada menos que en USA co Hoover y Roosevelt, que impusieron cargas de hasta el 63 % y el 94 % o, en Francia, De Gaulle.LO que yo, Chema Tante, digo es que está comprobado que, en mayor, exagerada medida o en menor, siempre injusta medida, unas gentes están acaparando o rebañando la riqueza del mundo, en tanto que mucha, muchísima más gente, se encuentra en ¡muy deplorable situación. Y ahora, con la invasión del virus maldito, la pobreza crecerá de manera inimaginable. Por tanto, parece lógico que quienes se mamamron las perras, las compartan ahora para paliar tanto sufrimiento.
Si se quiere, con honestidad y sinceridad atajar un problema, toda acción debe comenzar por conocer en detalle el problema en cuestión. Ese es el sentido de este artículo de Facundo Alvaredo, Lucas Chancel, Thomas Piketty, Emmanuel Saez y Gabriel Zucman, y una nutrido grupo de personas expertas más, en SOCIAL EUROPE, que nos anuncia la iniciativa de la Base de datos de desigualdad mundial que aborda el conocimiento concreto y por países del bochorno de la inequidad económica. Como dice el texto, no es conveniente diseñar estrategias con base en informaciones aproximadas o incompletas. A mí, Chema Tante, me parece altamente esperanzador ver a este número creciente de economistas que escapan a los chantajes y ofertas neoliberales y acometen la resolución de los problemas económicos con el debido rigor. Aleluya.