En muy contadas oposiciones se ha cometido la cafrada (*) de llevar a Pleno la moción equivocada en el momento más inoportuno. Y también, en muy contadas ocasiones, los políticos de la oposición, queremos decir la oposición "que no cobra", han tenido la oportunidad de hacer “sindicalismo”, entrecomillado, en favor de los empleados públicos de esta Corporación. En esta ocasión, la pregunta fue ¿Por qué Coalición Canaria lleva una moción en defensa de las condiciones laborales de los empleados de la Autoridad Portuaria cuando tienen la casa sin barrer, con la basura bajo las alfombras, por culpa de su nefasta política en materia de de Recursos Humanos. ¿Es que no son conscientes de la situación que han creado con la Directora General de RR.HH. que parece enquistada en su puesto desde la época de Miguel Zerolo?

Lo que está claro es que al equipo de gobierno ATI-CC/PSOE le preocupa el convenio colectivo del personal dependiente de la Autoridad Portuaria (a nivel nacional) pero el nuestro se la trae al pairo, incluso aunque el Convenio Colectivo de la Autoridad Portuaria implique aumentos progresivos salariales hasta el año 2018, como si no incumpliera o incumpliese el Decretazo-Ley del Sr. Rajoy. Curioso papel para un partido que se autodenomina "nacionalista" ¿verdad?, pero estos son los esperpentos de la política municipal a la que ya estamos tristemente acostumbrados, con el pase "al lado oscuro" incluido de don José Ángel Martín, quien a su vez se autodenominaba "socialista". Está claro que el "socialismo" se "matiza" mucho con el color del cristal con el que se observa la suculenta nómina pagada con dinero público

Pero dejemos los esperpentos de la política ultraperiférica y vamos a centrarnos en lo que nos atañe, en lo importante: ya le hemos pedido al Sr. Alcalde, por activa y por pasiva, el cese inmediato de la Directora General doña Nieves Pérez Marichal y todo su "séquito" de RR.HH. importado desde el Cabildo Insular por haber hecho imposible el diálogo y la negociación y, sobre todo, por estar imputada en un feo asunto de acoso laboral en el que una funcionaria ha permanecido durante más de cuatro años casi de brazos cruzados, cobrando su sueldo y sin trabajo efectivo conforme a su categoría, por cometer el "delito" de no ser de la "cuerda política" del partido de turno, "asuntillo" que actualmente entiende el Juzgado de Instrucción Número Cuatro.

Lejos de presentar una "respetable" dimisión aunque formalmente encubriera un justo cese, el equipo directivo de RR.HH. se ha "enrocado”, utilizando un símil ajedrecístico, con el beneplácito del Sr. Bermúdez y ha instaurado una política de darle a los empleados públicos por la parte en que se descargan los camiones, simplemente por que sí.

Pero el Sr. Bermúdez ya ha recibido el mensaje, ya sabe a las movilizaciones a las que tendrá que hacer frente si no cesa a la Directora General y se restablece el diálogo perdido. De poco han servido las preguntas de la oposición “no constructiva”, porque la callada por respuesta es lo habitual cuando no se tienen argumentos, pero este pleno ha marcado un punto de inflexión a la par que un escarnio impensable. Para los empleados públicos ya está claro que son “ellos" los que sobran, con sus asesores, su personal eventual y sus sueldos desproporcionados.

Y si, como ha sucedido en un par de ocasiones, a Recursos Humanos por boca de su portavoz de turno se le ocurre manifestar que han endurecido su política de personal al tener que “mirar todo con lupa“ porque algunos sindicatos han judicializado algunos temas por los que “hay actualmente compañeros imputados en vía penal”, les advertimos de la peligrosidad de ese silogismo, porque suena a venganza, tiene un tufillo peligroso a "Yo miraría hacia otra parte si tú lo hubieras hecho cuando de tocaba". Cada palo debe aguantar su vela, porque posiblemente las imputaciones en vía judicial traigan causa por no haber mirado "con lupa” alguna cosilla en su momento y haber hecho genuflexiones al político de turno ante alguna "cosilla" que era un secreto a voces. Algo "grave", "muy grave", en palabras de la propia Directora General de Recursos Humanos, en referencia a una sentencia en Vía Contencioso-Administrativa con expresa condena en costas al Ayuntamiento, que debería haber hecho funcionar la guillotina virtual. ¿Es que antes no miraban las cosas con lupa y ahora sí?

(*) CAFRADA: Acción bárbara y cruel.