Sí se puede rechaza el veto a la entrada de mujeres en cualquier entidad municipal

Creen que el Consistorio debería exigir a todas las hermandades y cofradías que permitan participar a las mujeres en las mismas

El portavoz del Comité Local de Sí se puede en La Laguna, Rubens Ascanio, ha expresado el rechazo de su organización a la existencia de instituciones sociales en el municipio que veten la presencia de mujeres, como la Esclavitud del Cristo y la Cofradía de la Sangre.

“Con independencia de que creemos y defendemos una sociedad eminentemente laica, entendemos que una sociedad del siglo XXI no puede convivir con situaciones de exclusión de las mujeres de entidades sociales, sean cual sean sus fines”, explica. Ascanio. Desde Sí se puede entienden que con independencia de sus fines, cualquier colectivo o entidad ciudadana no puede situarse por encima de las leyes, como la Ley de Igualdad estatal y canaria, que impiden la discriminación por razones de edad, sexo o raza.

Consideran desde la formación ecosocialista que no se puede permitir desde las administraciones públicas que determinadas entidades rechacen la entrada de mujeres, especialmente cuando hay colectivos de mujeres creyentes que desean participar de las mismas, a pesar de que en una institución como la Católica se impida el acceso de las mujeres a determinados puestos.

Desde el respeto a las creencias particulares de cada quién y, aunque nuestra organización apueste por la laicidad, creemos que como parte de la sociedad lagunera tenemos derecho a decir que el hecho de que se den estos elementos claramente anacrónicos, impropios de una sociedad democrática y que deber ser respetuosa con los derechos de las mujeres en unas fiestas como las del Cristo, máxima expresión de la religiosidad popular lagunera, resulta desde todo punto de vista inadmisible.

Indican que el consistorio lagunero, lejos de la laicidad que debería practicar, participa activamente en los actos religiosos de las fiestas del Cristo y destina partidas económicas a ello, por lo que debería exigir a todas las hermandades y cofradías que permitan participar a las mujeres en las mismas, quedando en pie de igualdad con los hombres y acabando con una práctica que consideran absolutamente anacrónica.

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