Román Rodríguez advierte del imparable deterioro social y económico de Canarias si no se toman medidas

El presidente de Nueva Canarias apuesta por un amplio frente social, económico, político e institucional para defender a Canarias, generar empleo y proteger los servicios públicos

 Román Rodríguez asegura que “el deterioro social y económico del Archipiélago puede ser imparable e irrecuperable si no se toman medidas”. El presidente de Nueva Canarias apuesta por “articular un amplio frente” entre organizaciones políticas, sociales, sindicales y económicas, “con visión de futuro y sin sectarismos”, para buscar una salida a la crisis canaria que permita generar crecimiento, empleo y mantenimiento de los servicios públicos.

 Este frente social también tiene que hacer entender al Gobierno de España y a Bruselas que “estas medidas nos llevarán al desastre”, a 400.000 desempleados y más pobreza, añade Rodríguez que muestra su máximo rechazo a unas cuentas que son “antisociales”, porque eliminan el dinero para la Ley de Dependencia, recortan 1.600 millones para la formación de los desempleados, o recortan 160 millones de euros a las becas; “antieconómicas”, porque reducen las inversiones, no ayudan a sectores como el turismo o la agricultura y porque reducen la aportación para I+D+i; y “anticanarios”, porque “no se puede tratar a un territorio con 31% de desempleo y con un tercio de la población en el umbral de la pobreza” aplicando una reducción en los capítulos VI y VII (inversiones reales y transferencias de capital) del 54%, 18 puntos superior al resto del Estado, que es de un 36%.

Nuevo ajuste

El presidente de la formación nacionalista señala que el Gobierno autonómico tendrá que ajustar de nuevo el gasto tras conocer el varapalo de los Presupuestos Generales del Estado para 2012. El brutal recorte que aplica el Estado a Canarias en partidas tan sensibles para el Archipiélago como la rehabilitación turística, el transporte de pasajeros, el transporte de mercancías, la desalación de aguas, las ayudas del POSEI, el plan de infraestructuras educativas, o los convenios de carreteras, “obligará al Gobierno autonómico a ajustar las bonificaciones y reducirlas, a poner tasas y a tocar algún impuesto”.

 Sin embargo subraya que la subida de impuestos no podrá compensar estos recortes, que estarán entre los 700 y 900 millones de euros “cuando se lean la letra chica de las partidas no nominadas”. El Gobierno de Canarias tendrá un margen más escaso para subir los impuestos porque ya se le ha adelanto el Ejecutivo central. En cualquier caso es imposible que la recaudación alcance la cantidad detraída por el Estado.

 El presidente de Nueva Canarias indica que el Gobierno autonómico tiene escasa capacidad de maniobra porque parte de una mala situación, el déficit financiero que sufre desde que se firmara la financiación autonómica en 2009, que situó al Archipiélago a la cola del Estado en financiación por habitante, unos recursos que son esenciales para el sostenimiento de los servicios públicos. El resultado es que Canarias se quedará con un presupuesto de 5.800 millones de euros, “un 25% por debajo de lo que le correspondería”, con las consecuencias que esto tendrá en la sanidad, la educación, el transporte, etc.