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sábado, 11 de mayo de 2024 07:14h.

Sentencia desalojo CSO Taucho

La jueza estima la demanda y, por tanto, abre la posibilidad al desalojo en los plazos establecidos por la ley. Unas pocas semanas que decidirán el futuro de La Casa Juvenil Taucho, aquel edificio en ruinas que sus propietarios legales habían abandonado a su suerte en el Barrio Duggi y que un grupo de jóvenes abrió, reconstruyó y llenó de vida, sin más, recuperaban un espacio y lo ponían a disposición de la juventud y del barrio.

La semana pasada en el CSO Taucho conocimos la sentencia a la demanda interpuesta por la Tesorería General de la Seguridad Social contra los ocupantes del centro social del Barrio Duggi.

La jueza estima la demanda y, por tanto, abre la posibilidad al desalojo en los plazos establecidos por la ley. Unas pocas semanas que decidirán el futuro de La Casa Juvenil Taucho, aquel edificio en ruinas que sus propietarios legales habían abandonado a su suerte en el Barrio Duggi y que un grupo de jóvenes abrió, reconstruyó y llenó de vida, sin más, recuperaban un espacio y lo ponían a disposición de la juventud y del barrio.

Tras 22 años de historia, de procesos colectivos de aprendizaje y apoyo, de varias generaciones de jóvenes siempre en la brega, la asamblea de Taucho y Azarug se enfrentan al pago de unas costas judiciales que ascienden a varios miles de euros y la amenaza de un desalojo inminente. El recurso, de resultado incierto, tiene unos costes demasiado elevados para un centro autogestionado.

Esta es la situación con la que se plantea una negociación entre el centro social y las instituciones. La Tesorería, el Estado Español,  quiere tomar posesión del inmueble y ahora tiene una sentencia que se lo permite, incluso 'mediante la utilización de la fuerza pública si fuera necesario'.

A pesar de las promesas de la institución del estado en el sentido que no quieren forzar el desalojo, estos meses de espera, negociaciones y movilizaciones en defensa del centro social nos demuestran la nula voluntad por ceder el espacio a los colectivos y al barrio, para que sigamos en la lucha,  construyendo tejido social desde abajo,  de forma autogestionada e independiente de las instituciones.

Esta noticia supone un punto de inflexión,  un insulto al sentido común y a la justicia mas elemental, una prueba de la violencia del estado contra las iniciativas autónomas y que surgen del pueblo, la constatación de que la incapacidad de quienes gobiernan sólo es superada por su autoritarismo.

La Casa Juvenil Taucho es un símbolo de la autonomía y la independencia del pueblo canario, uno de los escasos lugares en las islas que se construye desde la igualdad y el respeto a las ideas, una referencia para generaciones de jóvenes que creen que la autogestión es posible, TAUCHO ES NUESTRO y no nos vamos.