La insufrible cruel estupidez del FMI - por Chema Tante
“El FMI pide que recojas esa pastilla de jabón, que es para un tema” El cachondo tuit que destaca el TREMENDING TOPIC de PÚBLICO describe a la perfección la actitud de la sabihonda torpa neoliberal del FMI.
La insufrible cruel estupidez del FMI - por Chema Tante
“El FMI pide que recojas esa pastilla de jabón, que es para un tema” El cachondo tuit que destaca el TREMENDING TOPIC de PÚBLICO describe a la perfección la actitud de la sabihonda tropa neoliberal del FMI.
Como esta aparente necedad de la plantilla de tecnócratas del FMI al servicio del neoliberalismo no cesa, tampoco podemos dejar de repetir las mismas obviedades que demuestran que las recetas austeritarias no sirven. Es que no sirven, ni siquiera para los propios fines que persiguen los ricos. Porque, en el largo plazo, la atonía que generan en la vida económica de los países neutralizará los beneficios que la rapaz codicia les está produciendo.
La banda de tecnócratas del FMI, como el resto de economicastros mercenarios que se venden al fascismo de estos días, el neoliberalismo, siguen al pie de la letra lo que aprendieron en sus fastuosas escuelas y facultades de economía, dominadas por el pensamientp teórico oficial, tan vendido al poder económico como ellos.
Pero, dentro de su necedad, esta banda asalariada no puede ser tan rematadamente estúpida como para que no se percaten de unas verdades que entran por los ojos de cualquiera que los tenga abiertos. Crezca lo que crezca la economía, digan lo que digan los sabelotodo sobre los indicadores estadísticos, lo cierto es que la riqueza que se crea -buena parte de ella artificial, por cierto- solamente la disfruta la gente de arriba y su servidumbre. El resto se debate en la pobreza de más o menos severidad.
Porque la mayoría, la muy inmensa mayoría, de la gente sufre cada día de manera más espantosa. Mucha gente piensa lo que dice El Roto en EL PAÍS "Yo tuve que trabajar porque era pobre; mi hijo es pobre, a pesar de trabajar". Y eso, la que trabaja. Porque las medidas austeritarias lo único que han conseguido es añadir a la desgracia de los millones de gente en paro, la desgracia de tantos otros millones que sufren penalidades, a pesar de tener empleo.
Lo cierto es que una masa laboral mal pagada, asaeteada por los abusos en el trabajo, atribulada por la precariedad financiera y angustiada, encima, por el temor al paro y a la indigencia total, podrá, por un tiempo, suponer beneficios para las empresas. Pero de ninguna manera esa gente que trabaje en tales condiciones podrá ser productiva. La tecnocracia rampante del FMI olvida que lo que acabó con la esclavitud no fue, por desgracia, el sentimiento humanitario, sino la convicción de que es económicamente contraproducente.
Como igualmente cierto es que la experiencia ha demostrado una y otra vez que la tesis de que la economía general se fortalece, si se favorece a las empresas y a las fortunas . No es cierto que liberarles de carga fiscal haga que las capas empresariales y superiores de la sociedad transfieran riquezas hacia abajo. Lo que demuestran los hechos es que el dinero que se ahorra la gente rica, se represa en las manos de la gente rica, para multiplicar su poder.
Estas y estos personajes del FMI aprendieron muy bien las lecciones de Friedman, pero es evidente que no tienen -o no quieren tenerla- ni idea de contabilidad. De la doble partida del viejo y querido Luca Pacioli. Porque Lagarde y su cuadrilla lacaya parten de una premisa incontrovertiblemente cierta: las cuentas públicas deben -hsta cierto punto- estar equilibradas. Lo que ocurre es que ese equilibrio puede venir tanto de la contención del gasto, encomiable idea, como de la expansión del ingreso, olvidado concepto.
Está bien que se recomiende recortar los gastos suntuarios, innecesarios, improductivos. Pero eliminar el gasto social, moralmente irrenunciable y económicamente animador, además de renunciar a la inversión pública generadora de riqueza, no es un crimen. Es un error. No hay que cortar gastos productivos; hay que recaudar recursos que son improductivos, que solamente se destinan a la especulación.
Lo que, en mi opinión demuestra el cinismo absoluto del gang del FMI es sui desentendimiento de la barbaridad que supone el crecimiento de la Deuda y el desenfreno de la especulación financiera. Si yo escuchara alguna sugerencia sobre detener esa espiral infernal que encadena a los pueblos, en tanto que permite la creación de dinero artificial, contable, que no representa riqueza material, entonces podría tener yo alguna razón para conceder a la bana del FMI el beneficio de la duda.
Pero como todos y cada uno de los principios defendidos por el FMI son ideológicos de la peor escuela económica y se alinean en la ofensiva neoliberal, debo concluir que esta gente aparentemente sandia no es tal, sino demasiado lista.
Lo que busca esta gente, hay que decirlo otra vez, es retornar al viejo sistema. Aquel en que solamente tiene derechos quien disfrute de dinero para pagarlos, y que, por el contrario, a quien no disponga de recursos no le quepa otro derecho que el de trabajar de mala manera, por su vida, mientras pueda hacerlo. Y, en consecuencia, debe espicharla inmediatamente después de que no pueda. Qué es eso de pensiones y de tratamientos de salud gratuitos, dicen los fascistas neoliberales, que defienden la ley del más fuerte.
La teoría económica, la lógica y la evidencia histórica demuestran que las únicas medidas eficaces son la de fomentar el consumo, elevando el ingreso de la gente de abajo y liberándola de los impuestos indirectos, al consumo: la de alentar la productividad, mejorando las condiciones de trabajo; y la de potenciar el gasto social y la inversión pública productiva, con financiación obtenida de los impuestos a las rentas altas, fortunas y empresas.
Es facil recordarlo. Se trata de hacer exactamente lo contrario de lo que dicen que hagamos Lagarde y su ridícula cohorte.
http://www.abc.es/economia/20150608/abci-informe-espana-201506081518.html
http://economia.elpais.com/economia/2015/06/08/actualidad/1433768234_913539.html