La UE se queda sola en la defensa de los privilegios fiscales de ricos y multinacionales - por José Antonio Gómez
La UE se queda sola en la defensa de los privilegios fiscales de ricos y multinacionales
José Antonio Gómez
DIARIO 16
La semana que viene se celebrará en la ONU una votación histórica por la que se reclama que las normas fiscales globales pasen de la OCDE, un club de países ricos, a Naciones Unidas
África está liderando lo que puede ser una de las mayores revoluciones del siglo XXI. En concreto, los países africanos anunciaron esta semana en una rueda de prensa que se someterá a votación una convención marco sobre políticas fiscales.
La Unión Europea está realizando una oposición radical a esta medida intentando, incluso, impedir la votación.
La convención marco trasladará la toma de decisiones sobre normas fiscales globales de la OCDE, un club de países ricos, a la ONU. Las organizaciones en defensa de la justicia fiscal han calificado este momento como una «revolución democrática global».
La votación de la ONU de la próxima semana será la culminación de una lucha de años por el liderazgo sobre las normas fiscales globales. Durante los últimos 60 años, estas normas han sido decididas por un pequeño club de países ricos en la OCDE. En los últimos años se ha desarrollado una gran mayoría mundial a favor de negociar normas fiscales globales en un foro globalmente inclusivo y transparente en la ONU, tras el fracaso de la OCDE a la hora de frenar el daño de los paraísos fiscales y de no incluir de manera significativa a la mayoría de los países del mundo en su toma de decisiones.
Humanidad compartida
Chola Milambo, presidente del Grupo Africano de la ONU, afirmó en rueda de prensa que «este convenio marco no es simplemente un documento político, es un rayo de esperanza para los países en desarrollo que durante mucho tiempo han buscado una voz en la configuración de las normas tributarias internacionales. A nuestros socios de la OCDE, la UE, Estados Unidos y el Reino Unido, apelo a su comprensión de nuestra humanidad compartida. Este convenio no es sólo una herramienta fiscal, es un salvavidas para millones de personas que aspiran a una mejor atención sanitaria, educación y una vida digna. Su apoyo es crucial para convertir esta visión en realidad».
La minoría rica se queda sola
La oposición a este convenio marco se ha quedado reducida a menos de un 20% de los países miembros de la ONU, es decir, la minoría rica donde se ubican las grandes fortunas y las grandes corporaciones, precisamente las que provocan que cada año los países pierdan 1 billón de euros por la evasión y la elusión fiscal.
El número de países que bloquearon el consenso sobre el proyecto de resolución es alrededor de un tercio menos que los 56 países que en el pasado intentaron bloquear o expresaron públicamente su oposición a un convenio fiscal de la ONU.
Los meses de debates y negociaciones en la ONU, y el número cada vez menor de objetores al proyecto de resolución, han dejado claro que la OCDE ya no cuenta con el apoyo de la gran mayoría de los países para liderar las normas fiscales globales.
El bloque de la UE, liderado por Francia y bajo la presión del lobby de la OCDE, es ahora el principal obstáculo para el consenso global para trasladar las normas fiscales globales de la OCDE a la ONU. Los 27 países de la UE, todos ellos miembros de la OCDE, se opusieron al proyecto de resolución como bloque.
Sin embargo, no todos los miembros de la OCDE se opusieron al proyecto de resolución, lo que indica además que el menguante apoyo de la OCDE ahora proviene principalmente de la Unión Europea.
El expresidente de Sudáfrica, Thabo Mbeki, afirmó en un artículo de opinión publicado en el Financial Times, que «lamentablemente, la UE, junto con el Reino Unido, sigue argumentando en contra de la opción de la ONU. Obviamente, sería deseable que el actual proyecto de resolución ante la Asamblea General, que propone que las Naciones Unidas establezcan los órganos y procesos para negociar el convenio fiscal, fuera adoptado por consenso. Por lo tanto, hago un llamado al gobierno del Reino Unido y a sus homólogos de la UE para que se unan a la mayoría de los estados miembros de la ONU, que representan la mayor parte de los pobres del mundo, y voten para sentarse en la misma mesa que los representantes de los países en desarrollo».
Lo de la UE, incomprensible e inaceptable
La UE es uno de los bloques más robados por la evasión y la elusión fiscal de los ricos, tanto a nivel personal como empresarial. Por eso resulta inaceptable que se esté priorizando la defensa de los privilegios al bienestar de sus ciudadanos.
La gran mayoría de los países están dispuestos a dejar la OCDE y, en su lugar, quieren empezar a negociar normas fiscales globales en la ONU. Aunque la OCDE ha dicho a la gente que esto es una amenaza existencial, la organización en realidad tendría libertad para centrarse en lo que mejor sabe hacer: brindar asistencia técnica a sus miembros. La OCDE nunca fue diseñada para proporcionar un foro para negociaciones transparentes e inclusivas, y pedirle que lo haga ha sido como pedirle a un pez que trepe a un árbol y luego quejarse cuando fracasa. Pero, lamentablemente, el lobby de la OCDE ha llevado a la UE a quedarse cada vez más sola en su intento de bloquear la mayor demanda global de la historia de una reforma tributaria democrática.
La UE sabe que las fallas de las normas fiscales internacionales hacen que sus propios estados miembros y sus ciudadanos pierdan más ingresos en paraísos fiscales que cualquier otra región del mundo. La Unión Europea sabe que la mayoría mundial quiere sentarse junta en un entorno justo y transparente y acordar normas fiscales más efectivas. Sin embargo, Francia y otros países de la UE todavía se mantienen firmes y tratan de bloquear cualquier posibilidad que tenga el mundo de cambiar.
Los impuestos son fundamentales para que los países construyan Estados eficaces y cumplan la promesa de defender los derechos humanos de sus pueblos. Por eso, es indignante que la UE siga defendiendo la exclusión de la mayoría de los países del mundo de una participación significativa en el establecimiento de las normas fiscales internacionales.
* Gracias a José Antonio Gómez y a DIARIO 16
