Al hilo de los problemas de la gente sin hogar, que es cosa que le preocupa singularmente, Eloy Cuadra hace unas atinadas reflexiones y nos advierte sobre el riesgo que todos y todas corremos de vernos en trances parecidos.

Además, en estos momentos coincidentes con la declaración de no culpable de Camps en valencia, y, seguramente,  sin quererlo Eloy, este texto se presta a una meditación a la inversa, sobre lo que ocurre cuando procesan a uno que tiene posibles. 

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