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jueves, 16 de mayo de 2024 07:25h.

Adios, querido Santiago - por Antonio Aguado López, militante del Partido Socialista Canario -PSOE





Santiago Carrillo como referente


 

Adios, querido Santiago - por Antonio Aguado lópez, militante del Partido Socialista Canario -PSOE

Santiago Carrillo fue una persona muy  controvertida, fundamentalmente por la época que le tocó vivir, que él afrontó teniendo claro y defendiendo siempre sus convicciones. Como se ha demostrado, el tiempo  en gran medida le ha dado la razón.

Así ocurrió durante la contienda de la mal llamada Guerra Civil (en realidad fue Guerra de España, pues contra la Republica legalmente constituida, se enfrento dos potencias extranjeras, Alemania e Italia, gobernadas en aquel entonces por regímenes fascistas).  Él siendo tan joven por la representación política que tenía y las responsabilidades que tuvo que asumir, se centró en lo más importante e imperioso: salvar la II Republica. A diferencia de otros que se dedicaron a “ir a lo suyo” como fueron los casos de los nacionalistas y anarquistas y las luchas entre los propios socialistas, hasta que Juan Negrín se hizo cargo de la presidencia del gobierno.

Después de la derrota republicana, como joven revolucionario comunista enfrentado al capitalismo, vio en la Unión Soviética el ejemplo a seguir. Hasta que aquel sistema jerarquizado, burocratizado y represivo (como se demostró en 1968, con la invasión de Checoslovaquia por los tanques de la Unión Soviética, que Carrillo criticó) le decepcionó e hizo que se apartara del mismo.

Buscando otras formulas más independientes del espacio comunista,  junto a otros comunistas europeos, principalmente el italiano Berlinguer y el francés Marchais, constituyeron lo que pasó a denominarse Eurocomunismo.

Desde 1960 y hasta 1982 ejerció la secretaria general del PCE. En 1975, clandestinamente regresó a España para participar en la Transición (en realidad junto a Suárez la lideró). Esta etapa suya es más conocida y en gran medida positivamente reconocida, salvo como era de esperar por los reminiscentes fascistas. Al margen de lo ideológico, logró entrar en los hogares de las familias españolas democráticas, que se identificaron con su talante democrático y la dignidad demostrada cuando en el intento de golpe de estado protagonizado por Tejero, se mantuvo impasible sentado en su escaño. Los políticos de todos los signos, han reconocido su extraordinaria e importante labor por conseguir un Estado en paz y democrático.

Aunque cada vez menos, siguió teniendo criticas y oposición de “sus propios camaradas”. Salvo honrosas excepciones muchos de ellos, incluso dirigentes a diferentes niveles del PCE, como burgueses de seudoizquierda, han abrazado y hecho suyo al injusto sistema capitalista.

Ahora es fácil criticar el proceso de la Transición. A mí desde posiciones ideológicas de izquierda me hubiera gustado obtener otro tipo de resultados, el más importante, la consecución de la III Republica. Pero lo conseguido con mucho esfuerzo y sacrificio está ahí y es lo que hay que valorar. El papel de Santiago Carrillo anteponiendo los intereses generales a los de su propio Partido ha quedado demostrado y es ahora, con la situación tan difícil que estamos viviendo, cuando se echa a faltar ese talante dialogante y negociador.

Santiago Carrillo hasta el final de sus días fue coherente con sus principios y convicciones. Vivió y murió como un autentico demócrata y comunista.  

Siempre tuvo algo por lo que luchar. Como muchos, se ilusionó con la primera legislatura de Zapatero, a quien apoyó en todo lo que podía: artículos, conferencias, entrevistas, declaraciones etc… Zapatero reconocía su apoyo y le llamaba con frecuencia para darle las gracias. Todo eso se cortó con las decepciones y frustraciones que le (nos) causo la segunda legislatura..

Se identificaba con el 15M. Unos días antes de la ultima vez que le visité en su casa (09/septiembre de 2011), había recibido a una delegación de este Movimiento que le manifestó su afinidad con sus planteamientos y reivindicaciones, que con mucha lucidez y claridad  exponía en los medios de comunicación. Los jóvenes le manifestaron su gran consideración y que lo tenían como un importante referente.

Le preocupaba la falta de unidad de la izquierda para hacerle frente a esta derecha tan injusta y depredadora, me conminó, que aprovechando mi militancia en el PSOE y como uno de los cofundadores de Izquierda Socialista, hiciera esfuerzos encaminados a la refundación de esta corriente de opinión del Partido Socialista, para ser desde posiciones ideológicas y democráticas una alternativa real al oficialismo y así poder practicar políticas de izquierda. Lo intenté y en ese sentido redacté un manifiesto denominado S.I.I. ( Socialistas de Izquierda e Independientes) en el que él hizo unas importantes y precisas aportaciones.  Igual que las realizadas por Ramón Álvarez, compañero, amigo y extraordinario socialista, recientemente fallecido, a quien tenía informado de mis conversaciones con Santiago Carrillo y que me solía decir que le hiciera caso, por su experiencia y clarividencia. Me identificaba con el pensamiento y los planteamientos de ambos y echaré a faltar las charlas que mantenía con ellos.

Me desplacé a Madrid con Eligio Hernández, para estar juntos con Carmen su viuda e hijos en la despedida de Santiago, hombre extraordinario, luchador comprometido por la causa de los más débiles y desfavorecidos. Esa era la composición de las miles de personas que muchas con banderas republicanas y la mayoría con el puño en alto, desfilaron delante de su féretro, expuesto en el Auditorio Marcelino Camacho de la sede de Comisiones Obreras.

Tuve la suerte de relacionarme con Santiago Carrillo y contar con su amistad. Eso ha sido lo mejor que me ha pasado en mi larga militancia política y con ese recuerdo, viviré el resto de mi vida.

Adiós querido Santiago.

Antonio Aguado Suárez. Militante del Partido Socialista Canario –PSOE-