El caso canario es diferente del caso catalán y del vasco - por Fernando Batista *

El caso canario es diferente del caso catalán y del vasco. No sería justo meter los procesos y razones independentistas de unos y otros en el mismo saco aunque compartan ciertos intereses en común. El caso de Canarias es muy claro. Es un caso totalmente colonial. No solo nuestro pasado colonial lo confirma sino nuestra situación actual lo sigue confirmando también, aunque de una manera más fácil de camuflar con eufemismos y estatus políticos-administrativos recién inventados, como el de las RUP o incluso la comunidad autónoma. Estatus que en lo teórico nos otorgan un montón de cosas pero que en la práctica se queda todo en agua de borrajas.

Pese a los intentos del Estado español de encajar forzosamente a Canarias en sus dominios, y además aplicando formalmente las mismas reglas de juego que al resto de regiones y naciones españolas, al final Canarias sigue siendo una colonia. Eso es la realidad, solo echen un vistacito a los indicadores socioeconómicos de las islas y verán la cruda realidad. Y me voy a apoyar en el Derecho Internacional para afirmar, tajantemente y sin vacilaciones, que esto todavía sigue siendo una colonia, póngale el disfraz que le pongan y perdónenme la redundancia.

La Resolución 1514 de la ONU define muy claramente los dos principios básicos que deben cumplirse para que un territorio no autónomo se considere una colonia. Estos son separación geográfica del país que lo administra y diferencias étnicas y culturales. Y si además a esto añadimos las diferencias administrativas, políticas y económicas (que siempre han existido) y la clara relación de subordinación entre las partes, entonces, más claro imposible, ya tenemos todos los ingredientes para que haya una colonia.

Por lo tanto, en Canarias se reúnen completas las condiciones legales para que se abra un proceso de descolonización auspiciado por la ONU y supervisado por la comunidad internacional con todo lo que esto pueda conllevar. Canarias podría hasta plantearse seriamente denunciar a España ante la justicia internacional por crímenes de lesa humanidad que son imprescriptibles.

Pero ahora yo quiero invitar a la siguiente reflexión. Si somos capaces de encontrar razones en nuestro pasado para reclamar nuestra independencia y nuestros derechos más fundamentales entre ellos el de la libertad ¿acaso no somos también capaces de encontrar razones en nuestro futuro? A mí la historia me encanta, pero el futuro es algo que me fascina tanto que he puesto todas mis esperanzas en él. Por eso yo quiero animar a todos los canarios a que construyamos nuestro país mirando al futuro y no nos perdamos tanto en el pasado, pues el pasado ya no existe y el mañana está por venir.

* Del muro en FACEBOOK de Fernando Batista