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sábado, 18 de mayo de 2024 10:20h.

Concordancia con Víctor Ramírez (2) - por Isidro Santana León

Concordancia con Víctor Ramírez (2) - por Isidro Santana León *

Porque, para bastante gente, empieza a ser sospechosa esa permanente pelea que hay entre nuestras formaciones políticas independentistas, esa obstinación en permanecer desunidos, enconadamente enfrentados, esa insistencia en asustar y en confundir aun más al ya tan asustado e ignorantadamente confundido pueblo canario.

El asunto es grave, si en verdad queremos la independencia de nuestra Patria. Pues resulta sospechosamente desalentador cómo se fomenta el odio interpersonal entre militantes significativos; cómo casi exclusivamente se actúa públicamente contra los tibios, titubeantes -e inclusive mezquinamente interesados- intentos de algunos compatriotas por ir montando un nacionalismo canario -no importa que bastante desvaído.

 

A los políticos sucursalistas españoles apenas sí se ataca. Y, cuando se les ataca, más bien parece hacerse por "cumplir" con desgana alguna consigna programada.

Por eso, compay Ramírez, es lógico suponer (sabiendo del tantísimo dinero y la absoluta carencia de escrúpulos del poder metropolitano) que, previendo lo que se avecina, les resultaba fácil a los elementos policiales españoles montar dos o tres partidúsculos u organizacioncillas independentistas con la finalidad de que jamás se asiente el ideal emancipador en el pueblo canario.

Es lo que yo haría si fuera el instrumento policial español encargado de luchar contra el independentismo canario. Después de fundados esos minipartidillos u organizacioncillas, se les pone a pelear entre sí, casi siempre por auténticas boberías con ínfulas de pureza ideológica.

Para simular un poco, a veces darán la impresión de que están de acuerdo, de que inclusive se alían. Luego se les mantiene en silencio hasta que sea necesaria su algarabía boicoteadora o confundidora: con visos -¡claro!- de autenticidad.

Es lógico suponer todo esto, compay Ra-mírez. Porque no es nuevo, porque es lo ha-bitual en la lucha contra las emancipaciones, contra los intentos de dignificación colectiva... desde siempre.

 

19-abril-1994

 

Y, sigo añadiendo yo, compatriota Víctor, que nada es casual, que todo tiene una razón. Que estos grupúsculo, ya sean político, cultural, social etc., se forman o auspician, oscuramente, con el único fin de enmarañarlo todo en la colonia para que el estatus continúe inerte. Especialmente, como táctica, fomentando la endofobia –que tú has señalado tantas veces–, con el único fin de que nunca se logre unidad alguna y, por tanto, no florezca la lucha activa y eficaz contra el colonialismo español. Ciertamente, los actos políticos de estos grupúsculos se reducen a estériles amagos de cara a la galería, a practicar cuatro o cinco eventos al año de significado testimonial y homenajes a nuestros muertos, donde quedan todos muy bien en fotografía –yo diría que parecen auténticos revolucionarios–, pero por los vivos, por los canarios que necesitan el gran empujón para quitarse la lacra colonial de encima y, por ende, salir de la miseria crónica, física y moral que atenaza a nuestro pueblo, nada. Otra de las causalidades, es romper, boicotear cualquier proyecto serio que pudiera ser trascendental, si éste no sale de la sesera e imaginación de los que están controlando y ahogando la lucha anticolonial desde dentro del llamado independentismo –es absurdo hasta mencionarlo, el hedor nos dice que algo está podrido– y más rápido que la policía colonial mandan a los incautos a arrancar y desaparecer cualquier semilla que pudiera germinar. Mentir, asustar, desorientar es una de sus especialidades. Fomentan el odio en la “militancia” más inexperta, quien, por desgracia, acatando consignas prefabricadas y dispuestas para la ruptura, calumnian y llevan a la hoguera a cualquier hermano que da la cara públicamente con sus denuncias, señal inequívoca de que la luz que esparcimos los pocos que nos atrevemos y queremos la independencia, hace mucho daño al colonialismo infiltrado en el independentismo; esto es, individuos de aparente responsabilidad y carisma, pero al servicio de la metrópoli. Totalmente de acuerdo, son nimios los ataques a los políticos surcursalistas españoles o a los seudonacionalistas de CC –además de que en algún que otro acto van de manos–, pues la connivencia y el soborno a espaldas del independentista consciente y honesto, es obvio.

Qué más pudiera decir que no vean mis ojos… Ojalá esa neblina se despeje de la juventud –y patriotas no tan jóvenes que se han acercado a poner su grano de arena en la lucha emancipadora–, que quieren de veras la independencia, encuentren el camino hacia ella sin la dirección e influencia de muchos patriarcas infiltrados que han conseguido la regresión en la conciencia de nuestra gente y aspiraciones libertarias.

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* En La casa de mi tía por gentileza de Isidro Santana León