Cuestionario para el PPartido PPopular - por Nicolás Guerra Aguiar *

 

  Cuando al paso de algunos trienios uno reordena documentos guardados en carpetas y de cuya existencia ya ni se acordaba, encuentra observaciones y apuntes  quizás no trasnochados a pesar del tiempo transcurrido. (Tempus fugit, ‘el tiempo huye’, bien es cierto. Pero permanecen llamativos usos y costumbres.)

 

 

 

 Así por ejemplo, para alguna clase de 2º de Bachillerato tenía escrito que nuestra  lengua cuenta con voces como “laico”, “laicista”, “laicismo”. Pertenecen al campo de palabras relacionadas con la imprescindible separación entre las funciones rigurosamente espirituales de las Iglesias y las responsabilidades del Estado (justicia social, defensa de las libertades, educación, sanidad, derechos humanos…). 

  Los tres términos fueron usados en su momento por comentaristas sin las debidas precauciones o precisas sutilezas (dejo a un lado la mala leche), fácil confusión pues tienen semejanzas por compartir la misma raíz (latín tardío laĭcus), pero hay matizadas diferencias dentro de los significados. Así, “laico” es un adjetivo referido a ‘Independiente de cualquier organización o confesión religiosa’. El “laicista” es ‘partidario del laicismo’. Y “laicismo” se relaciona con la doctrina que defiende la independencia del hombre, de la sociedad o del Estado (“más particularmente”) de toda influencia eclesiástica o religiosa. 

  Todo lo cual me planteó una cuestión muy curiosa allá por los inicios del dos mil: ¿era España, realmente, un país laico, autónomo frente a las confesiones religiosas? Con la Constitución de 1978 en la mano, sí. Lo recoge el artículo 16.3: “Ninguna confesión tendrá carácter estatal”. Por tanto, los centros educativos públicos debían ser también laicos, elemental silogismo. Entonces, apuntaba como tema para discutir, ¿por qué Religión Católica seguía como asignatura ofertada en los currículos de Educación Secundaria y Bachiller? Más: ¿y por qué solo la religión católica?

  Muchos años después, añado: hoy la pluralidad religiosa es manifiesta en nuestras islas. Por tanto, si la religión católica permanece en colegios e institutos públicos, ¿por qué no las demás? La respuesta es clara y contundente: ni una ni otras. Las religiones no son Ciencia, se trata de respetables creencias o dogmas acerca de la divinidad,  ‘sentimientos de veneración y temor hacia ella [...]’. ¿Y qué son los “dogmas”? Según la RAE, ‘Conjunto de creencias de carácter indiscutible y obligado para los seguidores de cualquier religión’.  

 

  Como observación había anotado también: “Algunas veces -¿con aparente e intencionada disposición?- se tiende a identificar la voz laicista con enemigo de la religión o de la Iglesia”. Hoy reitero mi punto de vista anterior: el planteamiento no era serio ni riguroso. Muy al contrario, albergaba una carga malévola impropia de quienes se definían como amantes de la verdad y la pacífica convivencia en libertad. (Por cierto: VOX no era ni tan siquiera un proyecto.)    

 Estos inmediatos días releí también en viejos recortes algunos artículos sobre una supuesta campaña del Gobierno socialista del señor Zapatero (2004 – 2011) contra lo religioso. Dominaban, claro, campos lingüísticos relacionados con embestidas, desprecios, obsesiones persecutorias, amedrentamientos, intimidaciones…, es decir, un tsunami devastador dirigido contra creyentes, practicantes… y la Iglesia católica.    

  Sirvan unos ejemplos: "Actitudes hostiles y políticas”; “ataques gratuitos del Gobierno contra los cristianos"; "constantes agresiones contra la libertad religiosa"; "ataques a los creyentes"; "fobia contra lo religioso"; "menosprecio hacia la asignatura de Religión en los proyectos educativos"; "amenazas para impedir a los contribuyentes aportar parte de sus impuestos a la Iglesia"; "corifeos de la cruzada laicista"; "carácter religiofóbico de importantes miembros del Gobierno y del PSOE”... 

  Pero a estas alturas de 1a evolucionada sociedad europea alzo mi sentido crítico ante macabras historias (¡también ”se van a prohibir las procesiones”!, decían). No solo  insultaban a la exquisita consideración, a las ideas ajenas dominantes en nuestra  sociedad civilizada y escrupulosamente respetuosa; mancillaban la serenidad de las palabras y las buenas intenciones de quienes votaron a los psocialistas.

  Se trataba, en definitiva, de una deformación de la realidad no a la manera esperpéntica (a fin de cuentas, el esperpento deforma grotescamente) sino con intencionado ánimo de confusión cercano, tal vez, a sentimientos desordenados y desestructuraciones racionales. Fue una estrategia cerebralmente organizada (pero rencorosa, de odio): pretendían confundir a gentes de buena fe haciéndoles creer que el Gobierno psocialista llevaría a cabo tal barbarie en nombre del laicismo.    

Sin embargo también hoy, fecha límite para la constitución de los ayuntamientos y vísperas para cabildos y parlamentos autonómicos, atronan voces para “desideologizar” los centros públicos de enseñanza, como si estos hubieran estado dominados por diablos camuflados cual profesores, maestros, instructores...

Por tanto, es el momento de formularle al PP (Vox no existía, insisto, entre 2004 y 2012) directas preguntas sobre sus pactos, alianzas, entregas y libranzas de pago por algunos accesos al poder. Estudio las “100 medidas para una España Viva” hechas públicas por VOX -legítimo derecho- a través de libertaddigital.com. Y me detengo, pues, ante algunas por la imposibilidad de confrontarlas todas. Pregunto: 

 1. ¿Está de acuerdo el PP con el punto 1 del manifiesto voxiano (su aliado del alma) para suspender la autonomía catalana “hasta la derrota sin paliativos del golpismo y la depuración [...]”?  

2. ¿Acepta “transformar el Estado autonómico en un Estado de Derecho unitario […], un solo gobierno y un solo parlamento para España y el monopolio de las competencias sobre Educación, Sanidad, Seguridad y Justicia”?

3. ¿“Derogar inmediatamente la Ley de la Memoria Histórica”?

4. ¿”Publicar datos sobre nacionalidad y origen en estadísticas de delitos”?

5. ¿”Cerrar organismos como los defensores del pueblo”?

6. ¿“Liberalizar el suelo, convertirlo en apto para ser urbanizado”?

7. ¿Implantar el “sistema de cheque escolar” para todos? 

8. ¿”La autorización expresa de los padres para cualquier actividad con contenidos de valores éticos, sociales, cívicos morales o sexuales”?

9. “¿Impulsar una ley de protección de la tauromaquia, como parte del patrimonio

cultural español”?

10 ¿”Derogar la ley de violencia de género [...]”?

11. ¿”Crear un Ministerio de Familia”?

12. ¿”Defender la vida desde la concepción hasta la muerte natural”?

13. ¿”Recuperar la soberanía nacional en la aplicación de las sentencias de nuestros tribunales”?

14. ¿”Eliminar el Jurado”?

15. ¿” Impulsar en Bruselas un nuevo tratado europeo”?

(¿Coincide el PP con el señor Abascal sobre el matrimonio homosexual? Para el segundo, “Es una unión civil como la que podrían tener dos hermanas viudas”. Antena3.com.)

 

  * Gracias a Nicolás Guerra Aguiar