Buscar
sábado, 18 de mayo de 2024 14:57h.

El dilema de Patricia - por Santiago Pérez

La victoria de Patricia es inapelable. Ahora intentan algunos  devaluarla con argumentos  cogidos a vuelapluma, como el de que sólo la apoyó Tenerife   --ignorando la evidencia: de Tenerife eran dos candidatos y el otro obtuvo un porcentaje no desdeñable de votos--  para pasar a renglón seguido a poner en el haber de Carolina Darias su absoluta hegemonía en Gran Canaria.

El dilema de Patricia - por Santiago Pérez

La victoria de Patricia es inapelable. Ahora intentan algunos  devaluarla con argumentos  cogidos a vuelapluma, como el de que sólo la apoyó Tenerife   --ignorando la evidencia: de Tenerife eran dos candidatos y el otro obtuvo un porcentaje no desdeñable de votos--  para pasar a renglón seguido a poner en el haber de Carolina Darias su absoluta hegemonía en Gran Canaria.

Pero estas pequeñeces le dan lo mismo a una dirigencia que, en realidad, no buscaba candidato/a a la presidencia sino a la vicepresidencia. Como en 2011.  Por eso, desde que las urnas de afiliados y simpatizantes emitieron el veredicto  (revalorizado por haber superado un cambio de reglas efectuado  a pocas horas de la votación, sin apelación posible,  para imponer la lógica de los hechos consumados) empezaron a difundir por cañerías y desagües que Carolina Darias debe encabezar la candidatura por Gran Canaria. Tratan de volver a poner el contador a cero y renovar el ofrecimiento de pacto  low-cost a Coalición Canaria. En un alarde propio de síndrome del colonizado, la dirigencia insiste: para que Clavijo sea presidente y los “nacionalistas” sigan controlando la parte del león del gobierno, no vayan a bailar otra vez con el PP  (ya dispuesto a nominar a quien sea, pero de Gran Canaria),  llevaremos de todos modos  al Parlamento a una vicepresidenciable de Gran Canaria, le impondremos a Patricia un grupo parlamentario que no pueda liderar y la misma noche de las elecciones autonómicas ya estará amortizada.

Para todo ese tejemaneje,  necesitan seguir controlando la Ejecutiva. Por eso, de congreso extraordinario nada de nada. No importa que la Ejecutiva haya perdido su apuesta, ni siquiera que participaran en la maniobra de última hora para que Patricia perdiera. Si llevaron al abismo a JFLA, con el apoyo de la militancia y de los canarios que había logrado, qué no estarán dispuestos a hacer ahora para seguir “tocando poder”.  Por eso el día aciago de las elecciones autonómicas de 2011, sonó  en la sede del PSC-PSOE una ráfaga jubilosa que decía “ahora sí que sí” nos elegirán de socios. Vaya plaga!

Lo primero que hicieron cuando ganaron las primarias en 2011, me refiero a esa camarilla disfrazada entonces de José Miguel Pérez, fue destituir a la Ejecutiva Insular de Tenerife  (de la que, miren por dónde, Patricia era vicesecretaria general) , cuyo único delito había sido apoyar mi candidatura. No les oí hablar entonces de integración, sino practicar devastación. Se trataba de allanar el camino para la rendición incondicional ante CC.

¿Dónde quedaron en estos años  los compromisos de democratizar el sistema electoral, de  liberar  a la rtv canaria  de la dependencia del gobierno, cambiar el Catálogo de Especies amenazadas…? ¿Dónde el discurso que identificaba al PSC-PSOE, hoy mero eco de la melopea victimista de CC?

Se trataba también  de evitar que, con las encuestas en la mano, aquella Ejecutiva tinerfeña hiciera una propuesta de candidatura para su Isla. Había que  imponer en Tenerife a un candidato, Spínola, completamente inane, para que obtuviera el peor resultado de la historia y así ocurrió. ¿Acaso Spínola aportaba el menor valor añadido electoral en la isla de Tenerife frente a otros posibles candidatos o candidatas? ¿Dónde quedó entonces el mensaje de integración? Por ningún lado, porque así es de mediocre y arbitraria esta camarilla burocrática.

Patricia está ahora en el punto de mira. No cejarán de intentar debilitarla, aislarla. En la medida en que continúen aferrados al poder orgánico, el transcurso de los días será  mejor aliado de está camarilla. Eso forma parte de esa sabiduría  sombría que es su  única ideología.

Patricia es valiente y de mente despierta. Por eso estoy seguro de que sabe que tiene un dilema.