El gran circo - por Rafa Dorta

 Pasen y vean señoras y señores, sean todos bienvenidos al show más extraordinario del mundo. Pasen y admiren la increíble visión de un rey cayendo mientras caza su último gran elefante. Contengan la respiración y agárrense bien a sus asientos para sentir el riesgo máximo de los trapecistas financieros y sus alardes de equilibrios a gran altura y sin red de seguridad estatal. Los harán temblar y debatirse entre el miedo y la desconfianza, tales son las artes que manejan ante todos ustedes, enloquecidos y desorientados espectadores. Rían y lloren al mismo tiempo con los artistas del humor y la trapisonda, los genuinos payasos de la política, que hoy nos ofrecerán un número especial digno de funambulistas en honor a las clásicas corruptelas junto con su cohorte de allegados, malabaristas empresarios, acróbatas de lo ajeno bien acompañados de los personajes más populares. Luego vendrá el plato fuerte del día, el invencible domador de fieras, el excelso banquero que asusta nada más escuchar el restañar de su látigo y ante el que cualquier animal salvaje queda amansado en el acto, el insuperable Don Botín y sus ayudantes del gran capital.

Pasen y vean niños y niñas. Les invitamos a soñar, para el deleite de los más pequeños y también para todos esos grandes que siempre seremos como niños, a la pequeña encantadora de serpientes, la sin par Soraya de las tres eses, la única niña capaz de hacer girar los platillos ministeriales mientras recita poemas de amor a la patria. Pero no crean que esto termina aquí, tenemos muchas más sorpresas que ofrecerles.

Vayan tomando asiento querido público, la función va a comenzar. Lamentamos informarles que nuestro singular director, Mister Mariano Rajado, se halla indispuesto por causa de las altas presiones, aunque nos dirigirá unas palabras desde su sillón preferido haciendo honor a su sentido de la responsabilidad con este gran circo, un montaje perfecto que no sería posible sin su amable colaboración, estimado y considerado público. Pero que no decaiga el ánimo, porque en cuanto se recupere, que nadie dude ni por un instante de que volverá con renovadas fuerzas para afrontar la colosal tarea de coordinar a todos los integrantes del más fantástico show que nunca haya podido imaginar la limitada mente humana. Fuera luces, suenen trompetas y redoblen tambores, la orquesta mediática ya está afinada para amenizar los números de nuestros artistas envueltos en el marketing y las luces de neón. Por la arena del circo desfilarán familias enteras de ilusionistas y prestidigitadores como la antigua Repsoliana y su nuevo componente que se estrena hoy mismo para todos ustedes, el camaleónico YoSoriaYo que presume de ser el único repeinado por cuyas venas corre petróleo auténtico en vez de sangre. Sí queridos amigos y amigas, aquí suceden auténticos prodigios sobrenaturales, la quintuplicación de las deudas que tenga cualquier persona escogida del público al azar, todo sin trampa ni cartón. La dirección les garantiza que no saldrán de su asombro ante este colosal truco de magia y que no se lo podrán quitar de la cabeza en lo que les quede de vida, ni se imaginan el nivel de las maravillas que aquí tienen lugar y que están solo al alcance de unos pocos elegidos. Entre nosotros se halla un alquimista, experto conocedor de los secretos que alberga la naturaleza bursátil de la city y de los insondables misterios de la economía financiera, el experto en estrategias especuladoras y en rigurosa primicia para el gran circo, nada menos que el incombustible Goldman Sachs Junior, recién llegado de Norteamérica, en exclusiva para nuestro amado público, que hará las delicias de los aquí presentes, maestro en la elaboración de brebajes y ungüentos que curan de forma milagrosa todas las enfermedades propias y ajenas, sean conocidas o extrañas, autóctonas y foráneas, destruyendo los microbios propios de las administraciones públicas, liberando al ser humano de los dañinos gastos sanitarios y educativos, exterminando la cultura en cualquiera de sus múltiples formas, sanando cuerpos y mentes devolviéndolos a su estado privado natural.

No se pierdan el mayor espectáculo del mundo. En nuestro circo acogemos por igual a gentes llegadas de todos los confines, antiguos trabajadores de la construcción, autónomos desarrapados, profesores marginados, personal médico desahuciado, funcionarios excluidos, jubilados ignorados, jóvenes maltratados. Pasen y escuchen los gritos de desesperación, los lamentos y quejidos de los prisioneros enjaulados aguardando la ansiada liberación de sus mentes. Están ustedes en el gran circo y pueden participar si lo desean. Apunten sus datos en el cuestionario adjunto que encontrarán en sus localidades y entrarán en un sorteo cuyo ganador o ganadora se anunciará al final de la función y que tendrá derecho a convivir entre nosotros durante una semana con todos los gastos pagados. Les prometo que el afortunado o afortunada gozará de una experiencia inolvidable. No se olviden de dejarnos su correo electrónico para poder localizarlos en cualquier momento y así puedan recibir información sobre todas nuestras ofertas y las novedades que les trae el gran circo en tiempo real.

¡ Que comience la función!