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viernes, 26 de abril de 2024 07:20h.

La gran paradoja de la ética del cuidado - por Marina Delgado Delgado (@4perras)

En los últimos meses de 2014 realicé un Curso a través de la Sociedad de Desarrollo Local de Santa Cruz impartido de forma online bajo el título de “Igualdad de Oportunidades, diversidad afectivo-sexual y de género”.

La gran paradoja de la ética del cuidado - por Marina Delgado Delgado (@4perras) *

En los últimos meses de 2014 realicé un Curso a través de la Sociedad de Desarrollo Local de Santa Cruz impartido de forma online bajo el título de “Igualdad de Oportunidades, diversidad afectivo-sexual y de género”.

Prometía ser una formación pertinente para identificar y poder defenderse una con argumentos ante situaciones de desigualdad. Lo que no esperaba en el momento en que me inscribí, era, que lo aprendido iba a tener que ponerlo en práctica con quien me lo había enseñado.

La Concejalía de Igualdad de Santa Cruz no me certifica mis provechosas 100 horas de curso por haberme retrasado al hacer un examen por deberme a la “ética del cuidado” (de pregunta de examen) siendo mi nota media de 9'2 sobre 10.

La fecha tope para realizar el último test del curso de Igualdad de Oportunidades era el día 15 de diciembre pero, como mi madre estaba enferma, no lo pude hacer. Ella ingresó en planta en el HUC unos días más tarde, el 19 de diciembre, y esa misma noche, liberada ya y con acceso a Internet para poder ver los vídeos sobre los que me examinaría de la última materia, hice el test. Con la cabeza más allá que para acá. Pese a la preocupación inherente de tener a un familiar en el hospital. En realidad 2. Dos familiares para ser más exacta, porque en el mismo día ingresó también mi hermana a dar a luz. 

Soy la única persona por parte de mi familia materna que tiene carnet de conducir y posibilidad de que me presten un coche de vez en cuando para echar una mano, llevar a alguien al médico y cosas así.

Mi madre es paciente oncológica desde hace unos años, a consecuencia de lo que tiene una discapacidad en el pulmón. En la actualidad padece, además, de una enfermedad intestinal de la que no puede ser operada por los riesgos que supone entrar en quirófano, lo que hace que continuamente la ingresen con dolores.

A esto se suma una situación económica mala, de la que casi nadie escapa en estos tiempos. Sus ingresos no le permiten tener Internet en casa, razón por la que no pude acceder a la plataforma del curso online de Igualdad los días previos a su ingreso (está claro que la pobreza es femenina, por eso la formación es la única vía para combatirla y por eso hice el curso).

La técnica de Igualdad, Pilar Rodríguez, insiste en que el ingreso de mi madre en el hospital no justifica que los días previos no entrara en la plataforma en Internet, porque Pilar, en lugar de aceptar los informes médicos que presento y mi voluntad e interés de acreditar por el curso, se dedica a fiscalizar en la plataforma web cuándo había entrado y cuándo no. Más util sería para mí que, no me puedo dividir en dos, aunque las mujeres estamos a punto de conseguir lo que la ciencia no ha podido en siglos y ser omnipresentes con tanta doble jornada y tanta conciliación, me diera una solución en lugar de una baliza más para la carrera de obstáculos.

Parece que a Igualdad le cuesta mucho entender mi explicación de que me desplacé a casa de mi madre días antes del ingreso porque ya estaba enferma y que ella no tiene Internet en casa.

Ahora mi madre y yo, que me siento culpable de que tenga que trasladarse al HUC, - claro, que nos han educado para sentirnos culpables desde que nos demonizaron al nacer de la costilla de Adán-, tiene que intentar que un médico acredite que el fin de semana antes de ingresar ya acusaba los síntomas de su enfermedad para que la Concejalía de Igualdad acepte que el yugo patriarcal nos hace el camino más difícil y que nos obliga al cuidado de los otros. ¡Tiene bemoles!

Dicen en Igualdad también que me entienden y que “gracias por mi comprensión” desde su cuenta de Twitter que ha tenido algo de actividad entre sus 39 seguidores gracias a que las he mencionado en un tweet porque la paradoja me tenía hablando sola.

Pues yo no las entiendo. ¿Cómo promueven la igualdad entre mujeres y hombres de facto? Lo recoge el plan de Igualdad de Santa Cruz 2014 – 2017. ¿No soy una mujer que ha vivido una de las situaciones de desigualdad que se ejemplificaban en el curso? ¿El cuidar de los otros no nos resta tiempo para nosotras? ¿Cómo va la cosa, entonces?

Esto de la “ética del cuidado”, que se imparte en el curso, parece no haberle quedado claro a las técnicas de la Concejalía de Igualdad del Ayto. de Santa Cruz que después de escribirles, ir al centro donde me inscribí a preguntar, llamar por teléfono y presentar un escrito expresando mi interés en acreditar el curso y preguntar cómo debía hacer para conseguir la certificación, no han dado respuesta hasta un mes y medio más tarde, telefónica y de qué maneras, en la que parece que no es suficiente presentar 2 partes de ingreso, las notas de los exámenes, mi interés de acreditarlo y el aprendizaje de lo que es tratar igual a las desiguales, porque no se deduce de los informes médicos que culturalmente nos educan para cuidar a los otros y porque se supone que mi madre enferma solo de la puerta pa dentro de Urgencias y no antes en su casa.

Le sugerí a la técnica de Igualdad que hiciera el curso para que pudiera hacer un ejercicio de otredad y no escondí la decepción, que me caía por las mejillas, por la paradoja que se producía. Ir a aprender lo que es la igualdad y que las técnicas hagan prácticas de desigualdad contigo.

QUEDA MUCHO TRABAJO POR HACER.

Marina Delgado Delgado (@4perras)

* Publicado con autorización de la autora