¿Una, grande y libre? - por Antonio Francisco González Sanabria

            Desde hace muchiiiiiiiisiiiiiiimo tiempo venimos escuchando, viendo y respirando, por activa y por pasiva, como el pueblo, la gente, el vecino, en pocas palabras: todos nosotros pobres pringaillos de a pie, no roban, nos mienten y para más INRI estos nuestros señores feudales se enriquecen a costa de exprimir mucho más nuestras miserias.

            Parece ser que cada vez que pillas un  periódico, conectas la radio o enchufas la caja tonta, te salta a la cara un nuevo escándalo,  escándalo gestado en la cúpula del poder a costa del erario público y de los derechos fundamentales de los ciudadanos. Escuchamos, no, mejor respiramos, como esos golfos que se suponen nos gobiernan, se inflan a robar y con una cara dura capaz de volver a hundir al Titanic, unos no se enteran y otros no saben que coño están haciendo en los cargos que desempeñan.

            Por ejemplo Mr. Blesa: Este chorizo encumbrado por José Mª Aznar en caja Madrid, estafa, roba y deja sin ahorros a miles de abuelos con las putas preferentes  diciendo que los abuelos sabian lo que firmaban, ahora bien él y sus amigotes, todos ellos señores con formación, muchos de ellos universitaria y otros habiendo sido presidentes   de la patronal, con sindicatos incluidos junto con IU, PSOE  Y PP, no sabían que tenían que declarar el dineros y los bienes tricaos por la cara con las tarjetas negras.

            ¿De verdad que esas mentiras nos las creemos? No hay más que ver al “ilustrísimo” señor Pujol: no se cabrea por ser acusado de llevarse hasta las alcayatas de la pared, se mosquea porque se pone en duda la mentira que cuenta, ¡joder! que ha sido él mismo el que ha contado que ha estado robando durante 30 años, el sentimiento de impunidad de estos golfos es algo increíble, súmenle ustedes a este caso las explicaciones de ciencia  ficción del sinvergüenza de Arturo Fernández que, ¡como no!  no sabia que tenia que declarar a Hacienda lo que pillaba de Caja Madrid con esas tarjetas fantasmas, siendo él mismo consejero de dicha caja. (Snif)

            La corrupción en este país, ha llegado a tal limite, que desde el mismo Gobierno

 se nos miente tan descaradamente, que el mismísimo Goebbels tendría que venir a hacer un master en mentiras a nuestra nación, ministros que tachan de mentirosas y alarmistas a organizaciones que solo están paliando con su solidaridad lo que es una función del gobierno según nuestra carta magna, políticos que defienden a capa y espada la no autoría de los mangantes, hasta que los hechos demuestran que mienten más que parpadean, amiguetes, políticos que cesan en sus cargos, esposas e hijos de estos últimos que viven a la sombra de esos cargos.

            Toda esta “honorabilidad” es a costa de la ruina monetaria y moral de miles de españolitos, miles de persona han perdido sus casas por no poder pagar  las hipotecas ejecutadas por Bankia,  entidad rescatada con más de 20.000.000.000 de € de todos los ciudadanos, mientras miles de personas van  a pedir comida a Caritas o Cruz Roja o incluso rebuscan lo que pueden en los contenedores de basuras, mientras esos mismos abuelos fueron  estafados por esas entidades que han “regalado” esas tarjetas, que se computaban los gasto de las susodichas como errores “informaticos”, continúan dando de comer con sus exiguas pensiones a hijos y nietos, pero eso si: quien ose intentar meter en la cárcel a  estos ladrones, tendrá que vérsela con la Mafia que nos gobierna.

Por eso España es Una, si hubiese Otra, este viejo perro Andaluz de marcharía    para no tener que ver como tres millones de niños no comen tres veces al día.

            Este país es Grande por que cabemos los ciudadanos y este montón de rateros.

            Y Libre porque aún podemos pedir comida o rebuscarla en la basura.

                   Antonio Francisco González Sanabria