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lunes, 06 de mayo de 2024 09:28h.

¿Ilegalizar al Partido Popular? - por Mario Rodríguez

 Recientemente hemos asistido al vergonzoso y abochornante espectáculo de ver  como en el Congreso de los Diputados el Partido Popular, nada menos que el que sustenta al Gobierno con una amplia mayoría, gracias a la antidemocrática ley electoral, rechazaba condenar el régimen franquista que aterrorizó España durante cuatro décadas.

¿Ilegalizar al Partido Popular? - por Mario Rodríguez, Secretario área territorial de Iniciativa Socialista de Izquierdas y secretario general de ISI-Madrid

 Recientemente hemos asistido al vergonzoso y abochornante espectáculo de ver  como en el Congreso de los Diputados el Partido Popular, nada menos que el que sustenta al Gobierno con una amplia mayoría, gracias a la antidemocrática ley electoral, rechazaba condenar el régimen franquista que aterrorizó España durante cuatro décadas.

Está perfectamente comprobado y documentado que este régimen nació de un ilegal golpe de Estado contra un sistema democrático y que practico el terrorismo y el asesinato con total impunidad, por lo que, cuando hablamos de franquismo estamos hablado de terrorismo.

Establezcamos pues paralelismos con actitudes que se reproducen en otro ámbito diametralmente opuesto como es la izquierda abertzale cuando no condena el terrorismo etarra que también durante cuatro décadas aterrorizó y asesinó a lo largo y ancho del Estado. 

Precisamente en la actualidad, cuando ETA ya no atenta y se les pide a los representantes abertzales que la condenen suelen contestar que eso ya es cosa del pasado y es mejor mirar al futuro, exactamente el mismo argumento que vienen dando los miembros del PP desde la muerte del dictador cuando se les pide la misma condena al terrorismo franquista que ellos exigen a partidos como Sortu para con ETA.

Y para seguir con las coincidencias, muchas veces escuchamos a las bases abertzales, a pesar de la tibia desautorización de sus dirigentes jalear a ETA del mismo modo que vemos a las bases “populares”  portar simbología franquista ante la igualmente tibia reprobación de sus líderes.

Llegados a este punto habría que preguntarse si no es el momento de poner en funcionamiento los mecanismos legales creados ad hoc pero extensibles a todo el arco político para instar a la ilegalización del Partido Popular por su reiterada negativa a condenar un terrorismo que causó cientos de miles de víctimas y dolor a lo largo y ancho del  Estado español durante tantos años.