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viernes, 17 de mayo de 2024 00:37h.

Ante las inminentes elecciones municipales ¿Es posible rescatar el socialismo desde los ayuntamientos? - por Carlos Martínez

Yo respondería no es que sea posible, sino imprescindible. Pero veamos lo primero las ideas...

Ante las inminentes elecciones municipales ¿Es posible rescatar el socialismo desde los ayuntamientos? - por Carlos Martínez, Co-primer secretario de Alternativa Socialista (CLI-AS)

Yo respondería no es que sea posible, sino imprescindible. Pero veamos lo primero las ideas. Cuando hablamos de socialismo, estamos hablando de socialismo democrático y no de socioliberalismo, ni de nacional-populismo, ni de simple regenaracionismo. Hablamos de una idea transversal y por tanto colectiva de aquellas izquierdas anti-oligárquicas, democráticas y que luchan por la igualdad, de género y de las clases populares. De aquellas personas transformadoras que entienden que pan, trabajo, techo y más democracia están por encima de los intereses de los poderes financieros y de los especuladores o los de los caciques locales y provinciales.

El socioliberalismo encarnado por las cúpulas dirigentes del PSOE durante décadas le ha hecho un flaco favor al socialismo. Utilizando su nombre en vano, no ha profundizado lo suficiente para construir una sociedad más igualitaria. Sin negar avances en servicios y principalmente en educación, salud y pensiones. Pero que ha privatizado, enajenado lo público y cedido ante la oligarquía ante todas las cuestiones fundamentales y sin restarles su antiguo pero cada vez más desmesurado poder. Por otro lado han contribuido los ex socialdemócratas a crear una Unión Europea ultra-liberal e injusta para con las clases trabajadoras y humildes que impulsa ajustes, recortes y hurtos al patrimonio público mediante privatizaciones generalizadas. Una Unión Europea cada vez más desigual.

Además han decepcionado al electorado socialista, quemado a miles de militantes horradas y honrados y manchado el buen nombre de las ideas que introdujo en España Pablo Iglesias a finales del siglo XIX y principios del XX.

El socialismo histórico español, que entonces era la única expresión de la izquierda política que no social o sindical, pero si política –insisto- comenzó su andadura con humildad, constancia y sacrificio. Las primeras elecciones a las que los socialistas concurren en 1891 son municipales y en ellas obtienen sus primeros cinco concejales, todos ellos en el País Vasco. Concejal será el primer cargo electo de Pablo Iglesias y diputado provincial el de Indalecio Prieto. Comenzaron pues nuestros padres socialistas la casa por los cimientos y los cimientos públicos son los ayuntamientos. Y lo hicieron en candidaturas obreras, propias del PSOE de la época o en coalición con otras fuerzas de clase y posteriormente republicanas, transformadoras de aquella cruel realidad social.

Por tanto la primera lección sería que el municipio es la primera fase necesaria de cambio social y político. También la más sencilla de conseguir por parte de una fuerza política de clase, democrática y emergente. Los socialistas creemos en el municipalismo y su tremenda potencialidad como instrumento para mejorar las condiciones de vida de las clases populares. Pero en Alternativa Socialista herederos del socialismo honesto, obrero y luchador, somos sin embargo un partido nuevo, surgido tan solo hace dos años y por tanto sin nada que ver con los errores del bipartidismo.

El municipio es una escuela de democracia, siendo una institución además fácilmente controlable por la ciudadanía.

Por tanto vamos a rescatar el socialismo en los ayuntamientos propiciando unos municipios abiertos, participativos e inclusivos. Con unas y unos concejales que pretendemos sean revocables por los electores y a su servicio, con mandatos limitados y bolsillos de cristal según exigía el socialista Tierno Galván. Decía Pablo Iglesias que los candidatos debían ser impulsados desde abajo, desde las bases y no auto propuestos. El desconfiaba de quien dice yo quiero ser y defendía a quienes las personas proponían y elegían. Luego obligaba a un férreo control de ellos, de las personas electas. Control político y económico. Por tanto segunda condición honestidad, luego no pueden ser candidatos socialistas personas bajo sospecha o enriquecimientos no aclarados y claro no digamos ya investigados por la Justicia.

Qué modelo se propondremos

Un ayuntamiento participado y participativo. Concejos abiertos y asambleas al objeto de informar así como referéndums con temas que afecten a los vecinos en el futuro o decisiones importantes. Presupuestos participativos e información veraz acerca de lo que se puede o no se puede hacer.

Un modelo alejado de la gestión neoliberal que tanto PSOE como PP entre otros (CiU……) han impuesto ¿Qué es una gestión no neoliberal? Pues primero transparente y segundo pública. Creyendo en lo público y la capacidad de gestionar todos, absolutamente todos los servicios municipales desde lo público y por tanto sin privatizar o recuperando lo privatizado.

Con un urbanismo al servicio de las personas con los servicios y suelos dotacionales accesibles a las personas. Ya está bien de construir centros de salud, parques e institutos en los terrenos que les sobran a los promotores inmobiliarios privados, teniendo que cruzar carreteras o debiendo ir los estudiantes a polígonos alejados. Así como parques apartados y oscuros que solo benefician a los pequeños camellos, gamberros o insolidarios y no a los niños, los padres, los viejos o los jóvenes. Incluso las llamadas “falsas plazas” tan habituales en los años de plomo del ladrillazo y el cemento, el maletín y el compadreo público-privado. Un urbanismo democrático es posible.

Unos ayuntamientos implicados en crear empleo y en proteger a sus economías locales y de proximidad. Una gestión neoliberal sería primar las grandes superficies en detrimento del comercio local o destruir territorio natural a proteger haciéndolo en beneficio de especuladores o transformando paraísos naturales en reductos para ricos, privatizándolos de hecho. Una rica tecnología ancestral y rural a proteger. Unas industrias tradicionales y pegadas al terreno, a la transformación agroalimentaria a promover. Apoyo decidido a la economía social y los negocios familiares, las pequeñas empresas creadoras de empleo, de calidad.

Un modelo de ciudad compacta. Una defensa del mundo rural que es un tesoro de sabiduría, de agricultura de primor, de ganadería sana e integrada en la naturaleza. De defensa de la propia naturaleza. Los espacios naturales, no pueden ser protegidos sin población fijada al terreno, que cuide, limpie y tenga su modo de vida en la propia naturaleza. La gente del mundo rural es la que sabe cuidar los montes, los bosques y las dehesas. Ciudad mediterránea y defensa del mundo rural son claves en el modelo no neoliberal de gestión municipal.

Pero también…

Listas municipales que defiendan la autonomía local y por tanto exijan la inmediata derogación de la llamada ley de racionalización de las administraciones locales. Que es una ley trampa pues pretende engañar con una disminución de concejales y por tanto menos gasto, pero que incrementa en su letra pequeña de forma exponencial los cargos de libre de designación (Es decir menos electos democráticamente y más enchufados). Una ley que deja sin competencias a los pequeños municipios e introduce la privatización obligatoria de servicios sociales y otros aspectos en beneficio particular de Florentino Pérez y cuatro grandes empresarios amigos del poder. Cualquier obra pasará a ser licitada por la Diputación y será obligado que las empresas privadas ejerzan funciones hurtadas a lo público. Luego la exigencia de derogación de la ley es imprescindible.

Ayuntamientos constituyentes y muy politizados. Los ayuntamientos son Estado. Son organización del Estado y por tanto no son administraciones tuteladas. Hay un error muy extendido de que son la administración menor del Estado y no es cierto. Tienen competencias propias. No pueden estar subordinados tampoco a las Comunidades Autónomas. Por tanto además de todo lo expuesto, son una excelente palanca política para impulsar un cambio.

Municipios que se declaren libres de desahucios o del TTIP es decir del tratado de libre comercio con los EE.UU que puede ser el fin de las economías locales y de proximidad. Cualquier ayuntamiento socialista democrático y transformador, debe declararse territorio libre del TTIP.

Una regeneración en suma, que incluya una Constitución diferente a la ya quemada en muchos aspectos de 1978, al objeto de blindar derechos sociales y de bienestar, políticos y de libertades y poder decidir sobre la jefatura del estado.

Estas elecciones son muy políticas y sin unos ayuntamientos diferentes, alternativos y eficientes, nada será posible. Esto ha habido quien no lo ha entendido, pero los y las socialistas antineolberales, republicanos y de izquierdas reales lo tenemos meridianamente claro.

Confíanos en la gente, confiamos en nuestras compañeras y compañeros y apoyamos la creación de candidaturas municipales alternativas, que serán el auténtico motor de la transformación social y política. Que liquidaran la corrupción y las malas prácticas y seguirán el ejemplo de sacrificados y abnegadas alcaldesas y alcaldes rurales y de pequeños municipios en contacto directo y diario con sus vecinos, dando sin recibir nada a cambio que existen en este estado español, aunque nunca nadie se acuerde de ellas y ellos. Nosotros sí.

Carlos Martínez

Co-primer secretario de Alternativa Socialista (CLI-AS)

http://www.tercerainformacion.es/spip.php?article83043

http://portuarioenexcedencia.com/?p=1112