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sábado, 18 de mayo de 2024 06:59h.

La lucha de clases - por José María Noguerol

Este viernes 24 de febrero, el artículo semanal de Jose María Noguerol no apareció en los digitales de LA OPINIÓN y LA PROVINCIA, pero sí en las respectivas ediciones impresas. Luego, este sábado, el primero de esos medios digitalizó el artículo. Sin embargo, entretanto, ya había recibido el texto. Y lo reproduzco íntegro, porque es un texto que me parece sumamente importante y oportuno. Imprescinidble en estos tiempos de retroceso absoluto en que -no nos lo esperábamos ni los más pesimistas- las libertades y derechos laborales conquistados en siglos de lucha se han eliminado en el breve lapso que consume un Consejo de Ministros. Un escrito que no hay que perderse.

La lucha de clases - por Jose María Noguerol

Otoño de 1977. Exterior día. Gasolinera en el inicio de la carretera Santiago- La Coruña. Un joven estudiante hace dedo. Soy yo. Para un taxi de LaCoruña: sorpresa. No tengo nada contra los taxistas, ni tenía, pero era insólito que, haciendo auto-stop, te parara un taxi. Me lleva hasta La Coruña. Durante el trayecto, más de sesenta quilómetros de sufrida carretera, hablamos de política. El taxista era del PCE y me anunció, pomposamente, que “esta semana o la que viene, lo más tardar, los sindicatos van a empezar la lucha de clases.” Enmudezco: resulta que todo lo que había leído sobre un proceso histórico no era tal, era una cita que iba a empezar en unos días. Por supuesto, no ocurrió así. Lo que sucedió el 25 de octubre de ese año, ante la crisis económica horrible que sufríamos y la transición política que iniciábamos, fue la firma de los “Pactos de laMoncloa”.

Todos los partidos firmaron, menos Alianza Popular, que solo aceptó refrendar la parte económica y no la política (la cual, entre otras cosas, abría las puertas a la libertad de expresión: un recuerdo para los que han convertido a Fraga en paladín de la democracia). Tampoco firmaron UGT, CNT y algunas secciones de CC OO, que impulsaba el pacto.

 Invierno de 2012. Interior día.Cabina de un avión de Iberia, puente aéreo Madrid-Barcelona. Dos empresarios muy conocidos, uno de ellos con título nobiliario, charlan sobre la reciente reforma laboral aprobada por el gobierno del PP: “Lo bueno del pesimismo que ha trasladado la prensa sobre la crisis es que han preparado a la gente para lo que sea, tenemos las manos libres porque tienen miedo.”

 La explotación de las personas por las personas no es una cita para pasadomañana, ni una consecuencia de la reformas d la derecha. Su origen se pierde en la noche de los tiempos y parece no tener fin. Salvo que, como creía el taxista, la lucha de clases empiece a tener forma y se haga real: huelga general como aperitivo, pero revolucionaria, no para jugar al parchís con Rajoy.

 

http://www.laopinion.es/opinion/2012/02/24/lucha-clases/398658.html