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martes, 21 de mayo de 2024 00:00h.

Manuel Vizcaino Reyes - por Ramón Armando León Rodríguez

 

MANUEL VIZCAÍNO REYES

ramón armandoManuel Vizcaino Reyes, condenado a 3 años de prisión por los sucesos de Sardina del Norte en 1968, aunque ya había sido detenido y condenado a 6 meses y un día en 1962 por pertenecer al grupo independentista de Canarias Libre.

Manuel Vizcaino Reyes - por Ramón Armando León Rodríguez *

Manuel Vizcaino Reyes, condenado a 3 años de prisión por los sucesos de Sardina del Norte en 1968, aunque ya había sido detenido y condenado a 6 meses y un día en 1962 por pertenecer al grupo independentista de Canarias Libre.

Manuel Vizcaíno y yo nos separamos a la salida del El Penal del Puerto de Santa María hacia otras prisiones franquistas, nos fueron dejando en pequeños grupos en las diferentes cárceles de la península, Jaén, Teruel, Palencia, Soria, Segovia, etc.

Creí que ya no volvería a ver a Manuel durante años, pero a raíz de una huelga de hambre en la prisión de Jaén me sancionan y me trasladan a la cárcel de Soria y, cumplida la sanción en celda de castigo, me lo vuelvo a reencontrar.

Mi alegría fue enorme, fueron unos minutos de eso que llaman “felicidad”.

Juntos salimos en libertad y juntos llegamos a Gran Canaria. Pero en el tránsito de Soria a Madrid él se puso malo. 

En Madrid buscamos una pensión para pasar la noche, en todo momento éramos vigilados por la policía, no sabíamos que se había decretado un estado de excepción y se me ocurrió llamar a un camarada que había estado conmigo en la prisión de Jaén y que trabajaba de taxista, atendió a la llamada y pasó a recogernos, nos llevó a su casa, la casa era una corrala y el baño era comunitario, nos entregó una bacinilla a cada uno y nos fuimos a dormir. Pero no pudimos conciliar el sueño porque su mujer y su suegra le echaban la bronca por habernos llevado a su casa,

Por la mañana nos despedimos del  camarada taxista y nos marchamos. Al llegar al Las Palmas de Gran Canaria, volvimos a separarnos durante un largo tiempo.

Él volvió al partido comunista, pero yo me alejé de la organización. Manuel ha sido y es un hombre que nunca le ha gustado el protagonismo y si alguna vez lo ha sido, ha sido a su pesar. Es otro de los camaradas que merece matrícula de honor en filantropía. En varias ocasiones acogió en su casa a camaradas, Juan Quesada Cruz, Santiago Carrillo y otros que es mejor no mencionar, durante un tiempo sacrificando a su familia y a sí mismo.

Hoy día nos vemos con bastante frecuencia y, aunque esta operado de la columna, siempre que le he llamado para un evento relacionado con la memoria histórica y la política me acompaña sin poner pegas. Definir a Manuel Vizcaíno es fácil, detrás de su aspecto bonachón se oculta una persona con determinación, cuando se propone algo lo lleva a cabo por muchos obstáculos que se le pongan por delante. Es de los camaradas que ha pasado a engrosar mi lista de amigos con mayúscula. Sigue siendo el hombre de izquierda que siempre fue y, siempre que puede y se lo permite su salud, acude a las concentraciones, manifestaciones y cualquier otro acto en contra de las injusticias que en estos difíciles momentos “arrasa” con los más débiles. A pesar de sus más de 70 años está al día de lo que ocurre en este país y en el resto del mundo. Tiene la suerte de tener a su lado una gran mujer y unos hij@s maravillosos que velan por él. Olvidar a este hombre sería negar parte de nuestra propia historia política y personal…

¿O no? Ramón Armando León Rodríguez.

 

* Del muro de FACEBOOK de Ramón Armando León Rodríguez