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domingo, 05 de mayo de 2024 21:30h.

Paisaje antes y después de la pelea de perros - por Julián Ayala

Nota de Chema Tante. La prudencia consustancial al temperamento de Julián Ayala le hace no prodigarse en sus intervenciones escritas. Yo bastante que lo lamento, pero esa es la cosa. Sin embargo, en los momentos oportunos, Julián hace saber su mesurado criterio, siempre válido, en mi opinión, y sostenido por una impecable trayectoria de lucha social. Esta vez, a cuento de la fogalera armada en Tenerife con las elecciones (internas, internas, que no se olvide) de PODEMOS, Julián, creo yo, pone las cosas en su sitio. Sería muy bueno que, acá y allá, se leyeran estas reflexiones. Por mi parte, diré que este follón, por suerte, aunque mucho le pese a alguno de sus protagonistas, no ha trascendido a la opinión general. Pero ha hecho mucho e innecesario daño a la causa de la unidad popular. Que cada cual cargue con su responsabilidad.

Paisaje antes y después de la pelea de perros - por Julián Ayala *

Un amigo me ha preguntado qué es lo que ha pasado para que hubiera unos enfrentamientos tan grandes en las recientes elecciones a los consejos municipales de Podemos. Entre otras cosas, le he dicho lo siguiente:


 "...Nadie es perfecto e incluso la gente de Podemos (su grupo dirigente) tiene 'vicios  políticos' que desde otras ópticas no se pueden compartir. Esencialmente, aplicar en las relaciones políticas entre iguales (gente de izquierdas, pero divergentes en algunos aspectos) la dialéctica amigo-enemigo. Yono comparto esa manera de ver las cosas.   Recuerdo la vieja distinción de Mao entre las contradicciones en el seno del pueblo y las contradicciones con los enemigos del pueblo. Con las primeras, diálogo y esfuerzo por convencer a los contrarios para integrarnos en un campo común; con las segundas, palo y tente tieso.

El grupo de Pablo Iglesias tuvo una magnífica ocasión de crear un partido nuevo, donde distintas tendencias de izquierda pudieran convivir y enriquecerse mutuamente, pero literalmente las barrieron. Eso sí, muy democraticamente desde el punto de vista formal, con una votación donde el 80% aprobó sus tesis. Pero en esa votación partían con la ventaja que les daba su impronta mediática. Fue una votación donde el sector menos politizado y más desideologizado de Podemos (los que se limitan a votar por internet y lo hacen, naturalmente, a los que conocen por su actuación en la tele, que es su principal, cuando no única, fuente de información y formación) se sobrepuso al sector más consciente (la gente de los círculos que trabajó y presentó tesis alternativas a las del grupo promotor, argumentadas y con cosas muy positivas). En mi opinión, se debió haber hecho una síntesis entre unas y otras,  adoptando una postura común, de consenso, y poniéndola a votación. 

Pero no se hizo. Se optó por una concepción del partido que podríamos considerar 'leninista', el llamado desde siempre centralismo democrático, donde la cúpula dirigente abarca absolutamente todo y controla los distintos aspectos de la vida política del partido, sus organismos máximos e intermedios. Democráticamente, como he dicho, pero con un sistema democrático viciado. 

En este contexto es donde caben frases como "el cielo no se toma por consenso sino por asalto", como si para asaltar cualquier cosa ('el cielo' o una sucursal bancaria, por ejemplo) no fuera necesario no sólo el convencimiento de los asaltantes, sino también la puesta en común de las mejores maneras para hacerlo con éxito).

Con esta concepción 'leninista' (que conste que creo que seguramente en su momento, con una guerra externa en auge, una guerra civil en ciernes y con el objetivo final de la revolución socialista, esta forma de entender el partido fue acertada y condujo a la victoria a los revolucionarios), no es extraño que ocurran cosas como las que han pasado en Tenerife, donde merced a un acuerdo entre la dirigencia de SSP y la de Podemos nacional, ésta última avaló, es decir, puso la impronta mediática de Pablo Iglesias, a unas candidaturas determinadas (las trufadas por militantes de SSP) y dejó las otras a su suerte. Eso se hizo, claro está, considerando la identificación política con SSP, pero mostrando una gran desconfianza hacia sus propios afiliados (algunos, como Domingo Méndez, miembros de Izquierda Anticapitalista, tendencia que fue laminada en la asamblea constituyente; otros sin mucha o casi nula cultura política y otros provenientes de campos ideológicos conservadores, por decirlo de una manera suave). Un sector numeroso de estos militantes de base mostró su airado descontento con esta forma de actuar y se armó un tángano que  ha desazonado a mucha gente, potenciales votantes de Podemos. 

Mi actuación y la de un grupo de amigos miembros de distintos movimientos sociales a-partidarios, fue en un primer momento intentar la confluencia política de la izquierda y los movimiento sociales en Santa Cruz de cara a las elecciones municipales. En ello hemos estado desde julio y al final desistimos, a la vista de lo baldío del esfuerzo. Esto se cruzó con la crisis de Podemos, en la que en un principio intentamos mediar, a instancias de amigos situados en uno y otro bando. En este intento confluimos con Felipe Campos, pero desde el principio vimos que él iba por un camino en el que predominan los prejuicios contra SSP por encima de cualquier otra consideración. Así, después de los enfrentamientos que hubo el pasado día 20 en La Laguna, en unos actos covocados por la tendencia 'avalada' de Podemos, que fueron contestados por la otra, produciéndose una gran tensión entre ambas, decidimos desmarcarnos de unos enfrentamientos dentro de un partido al que no pertenecíamos y donde teníamos amigos en las dos partes. Felipe no lo vio así y ha estado criticando al sector Podemos/SSP de manera desaforada, traspasando todos los límites de la mesura y el buen hacer político, actitud que, en mi opinión, fue además   completamente errónea en relación al fin que pretendía. " 

Ahora, el resultado de las elecciones a las direcciones municipales de Podemos introduce cambios esenciales. En Santa Cruz ha ganado la plancha contraria a la dirección central del Partido; lo mismo en Tacoronte, mientras que en Candelaria ha habido un resultado que podríamos calificar de empate. Estos municipios, junto con La Laguna, fueron en donde hubo candidaturas con el apoyo expreso de la dirección central de Podemos y de SSP. Sólo en La Laguna consiguió ganar su opción. La operación, pues, fue un fiasco, pero los enfrentamientos que ha traido consigo han producido una especie de tierra quemada que será muy difícil superar. Sin embargo, creo (aunque soy muy escéptico) que la lógica de los hechos puede que obligue a un acuerdo entre unos y otros, no sólo por las próximas elecciones municipales, que los miopes políticos podrán ver como algo individual, sino por las del Cabildo, que se tienen que ganar a nivel insular y para eso o se unen o no habrá forma de echar a la 'casta', a la que todos (por lo menos de boquilla) consideran el enemigo principal. "   

* Artículo que publico sin autorización expresa del autor, que confío en que no me pinte un machango por ello.