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viernes, 17 de mayo de 2024 09:55h.

¿Para quién es la libertad de expresión? - por Alejandro Gómez Vázquez

Todos hemos visto como hace pocos días un miembro de la coalición Ahora Madrid ha tenido que dimitir de su puesto debido a unos tweets escritos hace 4 años y que todos los medios de comunicación y políticos opositores se han empeñado en sacar de contexto.

¿Para quién es la libertad de expresión? - por Alejandro Gómez Vázquez *

Todos hemos visto como hace pocos días un miembro de la coalición Ahora Madrid ha tenido que dimitir de su puesto debido a unos tweets escritos hace 4 años y que todos los medios de comunicación y políticos opositores se han empeñado en sacar de contexto. Desde un punto de vista subjetivo, me parece exagerada la censura a cierto humor negro cuyo fin no es banalizar ni mucho menos despreciar a las víctimas, sino únicamente sacar un lado humorístico de la situación.

Por otro lado, pese a la atención mediática que se le ha dado en este suceso para endemonizar no solo al autor de estos tweets sino también a toda la coalición política, durante estos últimos años se han ignorado otras declaraciones y actos de miembros del Partido Popular y de Ciudadanos.

Comenzaremos con el PP, cuyo portavoz sí que banalizó el sufrimiento de las familias con miembros muertos en la Guerra Civil declarando que estos familiares solo recordaban a sus víctimas para pedir subvenciones. Estas declaraciones humillan a todas las personas que murieron luchando contra el fascismo o simplemente por no estar de acuerdo con “el Generalísimo” y a sus familias orgullosas de quien se opuso a un régimen terrorífico defendiendo la libertad. Aunque claro, otro miembro de este partido apeló a los partidarios de la izquierda como “carcas que están siempre hablando de la fosa de no sé quién” en 2008. Ninguno de estos dos miembros ha dimitido de su cargo sino que además uno se mantiene como portavoz en el Congreso y el segundo fue nombrado coportavoz. Otro concejal, en cambio, defendió que se debían mantener las calles con nombres de Franco basando su argumento en que es una parte de la historia de España al igual que Hitler lo es de Alemania.

En cuanto a los “chistes” que hacen en el PP se incluyen connotaciones machistas como el clásico “las mujeres son como las leyes, están para violarlas” o racistas, como pudimos ver a una candidata a una alcaldía en el que respondía a una chica por Facebook: “¿Y tú casada con un negro? No sé qué es peor”.

Por otro lado, Albert Rivera está lejos de la banalización de los inmigrantes muertos, ya que es el líder de un partido que confluyó a unas elecciones europeas en la coalición Libertas, de carácter xenófobo. Claro que Albert Rivera es el mismo que ha afirmado en una entrevista que no era partidario de dar tarjetas sanitarias a los inmigrantes ilegales. Al parecer es más grave el hacer chistes en ciertos contextos sobre muertos que defender que se deje morir a gente aunque pueda evitarse.

Pero está visto que la libertad de expresión solo vale para la gente de derechas. En el momento en el que un/a camarada de izquierdas (ya sea marxista-leninista, socialdemócrata o revisionista) hace declaraciones que molestan al poder, se le acosa y se le obliga a dimitir de su cargo e incluso se le arresta. Así raperos y músicos “terroristas” entran en prisión o son censurados por cantar y tocar la guitarra (Banda Bassoti, Soziedad Alkoholika, Pablo Hásel…), o adolescentes tuiteros son arrestados en su casa por escribir o incluso se les intenta meter en prisión mediante pruebas manipuladas. Además, a partir del 1 de julio cualquier comentario en internet desfavorable a la Corona será motivo de multa e incluso arresto. Pese a toda esta censura, no hay suficientes bozales con los que nos puedan censurar, porque ¿desde cuándo es terrorismo tener un ordenador y una guitarra?

 

* En La casa de mi tía, por gentileza del autor