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sábado, 18 de mayo de 2024 07:00h.

El sacacorchos - por Antonio Francisco González Sanabria

Como el nombre escrito antes, este instrumento se retuerce y engancha, hasta que por fin tirando, extrae ese jodio corchito que tanto cuesta sacar del cuello de la botella. Eso mismo parece pasarle a la Casa Real con sus escándalos y los tejemanejes de sus reales miembros;

El sacacorchos - por Antonio Francisco González Sanabria

 

    Como el nombre escrito antes, este instrumento se retuerce y engancha, hasta que por fin tirando, extrae ese jodio corchito que tanto cuesta sacar del cuello de la botella.

    Eso mismo parece pasarle a la Casa Real con sus escándalos y los tejemanejes de sus reales miembros; no hay más que seguir la prensa y de nuevo nos encontramos con que Cristina de Borbón  “oposita” nuevamente, para al menos tener que dar explicaciones a la justicia, por supuesto de nuevo saldrá el Fiscal General del Estado defendiéndola en vez de acusarla, pero la chica promete y no deja de ¿hacer la tonta?, de ¿ponernos por tontos otra vez? o más bien, ¿de no tener vergüenza y sentirse impune por ser hija del heredero de Franco?.

    Esta familia de los Borbones, es a todas luces una panda de (supuestos) golfos, chorizos, rateros, con el agravante de que sus mentiras, son hasta tragadas por aquellos que tendrían que limpiar el nombre de este país y de la justicia; Su alteza Real la hermana del Rey ( ¿??????¿) de pasada, en su momento, se la relacionó con el blanqueo de dinero del Dao Ping de Madrid, (pido disculpas por no saber chino), que evidentemente, tras el primer comentario/os se corrió un  (es)tupido velo, si a eso le sumamos las peripecias de la Infanta Helena con el Marichalar, que la cosa muy sutilmente llegó a divorcio o ¡al ahí te quedas! Como se dice en mi pueblo, continuando con el caso del duque que Palma y que por su honor es capaz de llevarse hasta los cuadros de la pared y con la posible complacencia de su suegro y esas historias de confusión de números del DNI en la agencia tributaria de este país, que sucedieron con la segunda hija del Rey, que más bien parecen historias de parapsicología que de realidad, amen de emplear a gente sin contratos o con contratos falsos (contratos, cuando los había, realizados por la empresa Aizoon).

Y ¡como no! se están vertiendo ríos de comentarios en un libro acerca de la princesa de Asturias a cuenta de supuesto aborto de su primer matrimonio, estos datos los ha vertido un primo de ella, según David Rocasolano, este aborto hubiese sido practicado durante la  anterior relación matrimonial y según estos comentarios hay dudas  de que se hubiese practicado siguiendo algunos de los supuestos legales que la ley admitía, este primo (nunca mejor dicho), parece que se pringó en temas inmobiliarios, a la sombra del paraguas real y fue pillado quedándose con pasta de los inversores,  pero los familiares reales, Felipe y Leticia miraron para otro lado y el chico se comerá el marrón él solito, por supuesto en venganza este señor afirma que la pareja real antes mencionada, le pidieron antes de esta pequeña “travesura financiera”que destruyera todo lo que hacia referencia a ese aborto.

    Todo esto que acabo de escribir lo he leído en la red, concretamente en una pagina que habla de los escándalos de la familia Real.

    Verdad o no, esto da una imagen de la catadura de estos señores que no deja duda alguna, que esto de la democracia coronada es un chorra marinera, ya desde su primeros Reyes, los Borbones  apuntaron maneras, cazadores, borrachos, putañeros, asesinos, ambiciosos y dueños de todos los vicios, incluido el de la traición a la constitución por alguno de sus miembros firmada ante las Cortes Constituyentes de Cádiz ( Fernando el deseado), y como bien se dice, de aquellos polvos, estos lodos.

    Casi como conclusión estoy viendo y pensando que son los mejores impulsores para que la III Republica cada vez sea más posible, ellos con sus desprecios al pueblo, su sentimiento de impunidad y con sus malas artes para enriquecerse, son los únicos que afortunadamente terminaran con esta lacra que es la endogamia de la Monarquía.

    Antonio Francisco González Sanabria