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sábado, 18 de mayo de 2024 06:27h.

Shalom - por Antonio Francisco González Sanabria

Esta palabra que en hebreo significa paz o incluso que Dios te guié, prima hermana de Salan Malicum, suena a timo cuando vemos como de nuevo el estado genocida de Israel mata, asesina y vierte de nuevo sangre sobre la yerma tierra de Palestina

Shalom - por Antonio Francisco González Sanabria

         Esta palabra que en hebreo significa paz o incluso que Dios te guié, prima hermana de Salan Malicum, suena a timo cuando vemos como de nuevo el estado genocida de Israel mata, asesina y vierte de nuevo sangre sobre la yerma tierra de Palestina.

         Es la tercera vez que escribo sobre este tema, pero de nuevo los israelitas, aquellos descendientes de Abraham, de Moisés, de Josué y de otros tantos lideres del antiguo testamento,  que paradójicamente también son venerados en las tres religiones monoteístas,  siguen asesinando impunemente a niños y mujeres incluso en escuelas auspiciadas por la ONU, me refiero al ataque indiscriminado a la escuela de Beit Hanón, al norte de Gaza.

En este estamento mundial se ha votado una resolución en contra de Israel. Obviamente Mr. Obama ha vetado dicha resolución y con la connivencia de la comunidad mundial en su tibieza ante esta nueva masacre, continua la impunidad de este estado fascista, al parecer lo importa es exterminar a cuanto más palestinos mejor. En 1947 la ONU, motivada por la responsabilidad y culpa europea ante horror cometido contra los judíos, aprobó un plan de partición que asignó el 54% del territorio de  la Palestina del mandato británico a la comunidad judía ( tras la llegada masiva  de judíos supervivientes del Holocausto) y el resto, a los palestinos. Jerusalén quedaba como enclave internacional.

¿Cómo empezó todo?, preguntan algunos estos días. Esto, lo que está ocurriendo en Gaza, se inició hace mucho tiempo. En mi humilde opinión, comenzó en  tiempos  Bíblicos, empezando por la promesa de un Dios vengativo y partidista del antiguo testamento, que  les regaló a los judíos una tierra de leche y miel en Palestina, continuó con los  pogroms, las persecuciones racistas de judíos primero en Rusia, después en Europa, continuando con el antisemitismo europeo, con el nazismo, con el genocidio contra los judíos y con la posterior decisión de Europa, motivada por la culpa y la vergüenza  de lo ocurrido durante la II Guerra Mundial, de apoyaron y fomentaron el sionismo -surgido en el siglo XIX- y la masiva emigración judía a Palestina.

Cuando los países árabes vecinos declararon la guerra a Israel tras su nacimiento en mayo de 1948, las fuerzas armadas israelíes aprovecharon para ocupar toda las tierras que pudieron robar a sus vecinos y expulsar a cientos de miles de palestinos o masacrarlos. De ese modo Israel pasó a tener un 78% del territorio (posteriormente, en 1967 Israel ocuparía el 22% restante: Gaza, Cisjordania y Jerusalén Este. Los palestinos de Gaza viven hacinados, castigados, limitados. Israel controla qué productos y personas acceden a la Franja y prohíbe la entrada de materiales fundamentales medicamentos, artículos de primera necesidad, alimentos etc. Practica un castigo y genocidio colectivo. Israel no puede ser un Estado judío sin mantener la supremacía demográfica  legal y racial de la población judía, pero para ello tiene o que llevar a cabo una limpieza étnica, como la de 1948, o practicar la segregación étnica legalizada, es decir, el apartheid. Mientras Israel no asuma una verdadera transformación democrática, no habrá en paz en la región y seguirá la represión.  La elevada natalidad entre los palestinos es una cuestión de estado para Israel, esta dentro de las preocupaciones principales de Israel. Lo llaman la cuestión demográfica, Israel calcula que dentro de 10 – 20 años, los palestinos podrían ser como mínimo el 50% de la población dentro de su territorio. Para controlar a la población palestina, Israel limita sus  movimientos, lleva a cabo arrestos arbitrarios, aplica la llamada ley de detención administrativa, que permite mantener encarcelado a un palestino sin cargos ni juicio hasta al menos dos años, impide a los palestinos salir de su localidad o les obliga a esperar horas para hacerlo, les niega servicios públicos fundamentales, les prohíbe construir viviendas y de hecho destruye algunas de sus casas, con la excusa de que no cuentan con permisos de construcción los cuales se les deniegan.
En la práctica aplica un apartheid y se guían por la ley del ojo por ojo. Si alguien mata a un israelí, es el propio Estado el que se encarga de la venganza, derribando la casa de la familia del presunto culpable, torturándole a él, a sus amigos o familiares, o impulsando una ofensiva militar en su barrio o en otro, como la actual contra Gaza. Al contrario de lo que debería ser la actuación de un Estado democrático, Israel opta por la venganza en vez de actuar judicialmente.

Este  pueblo que utiliza su autocompasión y este cheque divino sin fondos,  al que estos apatridas se agarran como a un clavo ardiendo, para justificar este comportamiento ante tamaña barbaridad, no puede más que engendrar asesinato y muerte, nunca un futuro para sus ciudadanos, demasiado bien sabemos que la sangre siempre es roja, que todas las madres paren con dolor y a todos nos parecen nuestros hijos los mejores del mundo.

¿Hasta cuando vamos a soportar tamaña ignominia? ¿Cuándo vamos a decir basta ya a la injusticia? Se supone que pertenecemos a una sociedad medianamente civilizada, pero, el genocidio de un pueblo no nos importa, no somos capaces de decirles a esos asesinos y a sus cómplices, que la vida de las personas es sagrada, que unos militares de gatillo fácil, no puedan seguir derramando sangre impunemente en nombre de cosas tan etéreas como Dios y la Patria, que esto no se use como justificante para violar, saquear y de nuevo beber sangre de gente indefensa a todo lo largo y ancho de este jodio mundo.

Pienso que esta violencia injustificada solo engendrará más violencia por parte de las victima, seguirán tirando piedras y palos  a los Mercavas, y algún que otro cohete. Pero lo lastimoso en mi opinión, es que las resoluciones de la ONU, solo se cumplen cuando a Rusia, EE.UU. y a los lobbyes les interesan, cuando se pueden obtener beneficios económicos y no en función los mínimos intereses  de la sangre de los millones de seres humanos que son masacrados  en nuestro planeta, mientras todos miramos cobardemente a otro lado.

Antonio Francisco González Sanabria