Socialismo (auténtico) Vs independentismo - por Erasmo Quintana *

Jornada tras jornada vemos con más claridad que lo del independentismo es una lucubrante aventura, de esa parte de la sociedad catalana, mal diseñada y peor ejecutada. El desvarío ha sido tal que metieron de coz y de hoz a todo un pueblo que ha sido el pagador de los platos rotos. Una vez que partidos de esa ideología decidieron tirarse al vacío, son ahora incapaces de reconocer que es imposible inocular su delirio al resto. El separatismo es pues una ideología -muy respetable, por cierto- pero los concernidos equivocaron su ejecución, el método y el momento. ¿Cómo se atrevieron a querer imponer su ideología a todos los ciudadanos catalanes, fueran o no independentistas? Parece la huída de Puigdemont a Bélgica y su pretensión de gobernar Catalunya a muchos kilómetros de distancia mediante el plasma, un vodevil valleinclanesco. Tan mayúsculo ha sido el disparate, que ahora no saben cómo salir sin el pringue del monumental ridículo. Estos golpes de Estado no triunfan violando las leyes; se ganan con metralletas, y a veces, tampoco.

Otro de los reparos que me asaltan es si todo esto no es consecuencia de un bestial egoísmo insolidario; por lo que, claro lo tengo: puede ser todo, menos socialismo; socialismo auténtico, por supuesto. Por tanto…

“Nada hay más alejado del ideal socialista / que el discutible movimiento separatista.   Esto es sin duda, así como que el pueblo / de una masa conformista está compuesto.

Éste es hedonismo excluyente, ignorar, intransigir; / socialismo (auténtico) es solidario, cercano, compartir, / ayudar al desvalido, humanidad, redención, / y porque nada de esto vemos de aplicación / en el oficial progresismo actual, como asumida, / ¿de quién es culpa la ambición personal desmedida, / del conjunto o reata de sus miembros?

 Al partido socialista sumiso llevan por otros derroteros, / y el prostíbulo de las ideas es la senda que prospera. / De la altanería y la soberbia nada bueno espera, / y necesario es alejarse de ella, no abonar las madrugadas / de decires y conductas que devienen alambicadas / con pensamientos -¿trasnochados?- del antiburgués.

Desprendimientos personales parece lo más, pero después / por el contrario, fantasmales trapisondas nos traen a los oídos / las ambiciones personales por callejones jodidos / de los que necesario es salir, alejarse y no embrazarse, /abstenerse siempre de esos procedimientos y armarse / aquellos que por socialistas, a ir a más están llamados / contra la infinita vileza de los claramente deshumanizados.”

A ojos de todos está la deriva a ninguna parte que viene protagonizando el histórico partido de las clases trabajadoras y del pueblo llano, el cual nació con la vocación de redimir de la esclavitud a los más desvalidos de la sociedad, los arrinconados por las fuerzas conservadoras y acomodadas, detentadoras del poder económico.

Pedro Sánchez regresó tocado de un halo refrescante con inspiración fundacional del PSOE, esto es, de pura izquierda e indiscutible consecuencia. Pero no, ahí está, traicionando a todos los que confiaron en él, pues se comporta como lo hubiera hecho Susana Díaz: haciéndole el caldo gordo a la X de la corrupción que sobrenada transversalmente en todo el país. 

* La casa de mi tía agradece la gentileza de Erasmo Quintana