Qué bueno es que lleguen unas elecciones. Da igual que sean locales, autonómicas o nacionales.

De repente toda la representación política de este país, se encuentra en la calles prometiendo y prometiendo lo que no han dado en todos estos años.

Es como si de repente la loteria nacional de navidad se hubiese trasladado al mes de mayo y tener la sensación de que nos ha tocado a todos.

Que gusto da ver.. Mejor dicho, escuchar todo lo que nos van a dar si les votamos.

Habrá vivienda para todos. Los desahucios serán menos, porque eso sí, nadie habla de anularlos. Los impuestos bajarán hasta un cincuenta por ciento si en Madrid votas a la Aguirre. la lista de desempleo bajará, porque de repente hasta los puestos de trabajo aparecerán.Y así hasta un centenar de medidas más para demostrar que es que tenemos que votar al mejor postor.

Y eso que todavia no ha comenzado la maratoniana campaña de comidas. Colesterol a reventar, azúcar por la nubes, tensión a la altura del tejado, pero no importa porque como algunos pagarán las comidas, y de eso por tierras tinerfeñas sabemos algo,todo sea por la patria.

Ahora también toca ver a polític@s en todas partes, así que ojo, no te estés comiendo un plato de sopa y te salga algún político/a del plato.Bueno, al menos a Paulino Rivero aquí en Canarias no le veremos esta vez. Aunque porque será que de aquí a las siguientes elecciones del 2019 seguro que reaparece cuan salvapatrias de su tierra querida , a la que él mismo llevó a los subsuelos, pero que evidentemente jamás reconocerá su desastre . Exactamente lo mismo que su contrincante político llamado Soria, que se sigue creyendo también el salvapatrias de las islas, aunque vendiese su tierra al mejor postor petrolífero.Sólo le falta decirnos que es ecologista.

Y es que así está el panorama político. Nadie sabe al final quienes son unos y quienes son los otros. Porque entre unas cosas y otras, al final en lo que se fija una es que andan todos esta vez revueltos. Eso para que digan aquello de: " Juntos pero no revueltos". No sé yo, no sé yo.

Pero hay que reconocer que resulta hasta atractivo ver a toda la clase política en las calles siendo unos ciudadanos más. Faltaría más.

Si antes no han salido es porque se estaban preparando para tan honroso fenómeno político, en el que entre derechas, izquierdas, centros o sentido común, andan los sondeos.

Algunos se preguntarán que si estoy de graciosilla. Pues no. Simplemente estoy sarcástica.

* Publicado con autorización de la autora