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viernes, 26 de abril de 2024 03:37h.

40 años de los últimos crímenes de la primera etapa franquista

Franco, ya agónico, quiso dejar meridianamente claro que era verdad lo de que quedaba todo "atado y bien atado". A pesar del rechazo de la gente dentro (lo que se podía decir) y fuera del estado español. A pesar de que se lo pidió hasta el Papa. Franco mandó a matar a cinco personas, elegidas al azar entre muchas otras procesadas, después de un juicio arbitrario plagado de falsas pruebas. Nadie sabe si alguno de los cinco fusilados era culpable de los crímenes que se les imputaban, aunque sí se sabe que otros, demostradamente, no lo eran. Pero no importa. Culpables o no, nadie merece la muerte. Ni por fusilamiento, ni por hambre, ni por enfermedad, ni por desamparo. Esto es algo que ni el franquismo ni el sistema que ha heredado el poder en el estado español, pueden entender. Por eso luchaba esta gente. Por eso los mataron.