La fuerza de la izquierda nacionalista canaria afirma que “desarmar” los campamentos de refugiados de cooperantes es una prueba de la agresividad española contra la RASD y su sumisión a Marruecos.

 Para Alternativa Nacionalista Canaria (ANC) es intolerable la intrusión del Gobierno español en la labor de los cooperantes y, como menos, muy poco propicia. Ya que, según ANC, la zona es desde siempre de alto riesgo y estas personas tienen un espíritu de sacrificio que sólo pide a su país de origen el compromiso de su reconocimiento, y España, a través de su ministro de exteriores, José Manuel García Margallo, se ha limitado a eximirse de sus responsabilidades con el colectivo, exigiéndole que abandone sus labores.

 Pero es que al mismo tiempo España compromete a sus tropas para una misión de vigilancia en la frontera norte de Mali, donde el estado europeo afirma que hay al menos tres grupos terroristas operativos.

 La conclusión nos lleva a admitir que siguen ascendiendo los presupuestos militares y se anteponen a la intervención del voluntariado cooperativista; al tiempo que se agrede a cientos de miles de personas, que viven en los campamentos de refugiados de Tinduf, retirándoles la poca ayuda internacional cualificada que queda, mientras se protegen oscuros intereses a costa de arriesgar verdaderamente vidas y dinero en Mali.

 ANC dice que hay noticias de un cooperante que se ha negado a abandonar los campamentos y que, ante las muestras de terrorismo de estado que han dado en el pasado y se siguen dando en el presente, en caso de cualquier suceso anómalo hacia la salud de éste, a tanto España como a Marruecos le serán requeridas muchas explicaciones.