Antonio Morales, próximo presidente del Cabildo de GC, por Nueva Canarias, Josemi Martín
En TAMAIMOS, Josemi Martín vuelve a reflexcionar sobre esta tan esperanzadora como probable visión del futuro. Que un tipo como Antonio Morales pueda timonear el cabildo de Gran Canaria, con un equipo de gente sensata como él, abriría una etapa de ilusión y de confianza en la isla. Tanto es así, que a mí me inspira magüa que la misma perspectiva no pueda abrirse en el resto de las islas, en los ayuntamientos isleños y, por spuesto, en el gobierno de Canarias. Es una tristeza, de la que habrá que responsabilizar a los y las dirigentes de los partidos de izquierda, Nueva Canarias incluída.
Porque cuando se le congela a uno el alma viendo la cuadrilla de bergantes que, encabezada ahora por Paulino y José Miguel, ha gobernado sin fortuna más que para ellos Canarias, sus islas y la mayoría de sus municipios, la tristeza se potencia pensando en la ingente cantidad de gente que podría sacarnos de nuestras desgracias, simplemente, aprovechando las posibilidades que tenemos y abandonando la criminal práctica de gobernanr pensando solamente en las cuentas de resultados de las empresas afines.
De Roque Calero a Federico Aguilera; de Fernando Sabaté a Carmen Hernández: de Ramón Trujillo a Ana Gloria Sánchez Ruano: de Antonio González Vieítez a Asun Frías: de Antonio Fortes a Dunia González; de Koldobi Velasco a Ramón Afonso, de Araceli Reymundo a Pedro Quevedo... tanta, tanta gente... He hecho un ejercicio de menciones a voleo, consciente de que me dejo en el teclado a decenas y decenas de nombres de mujeres y de hombres que han demostrado en su gestión política (quienes han podido), en su debate de ideas y en su acción ciudadana, que saben aplicar la lógica y que tienen la sensibilidad social. Un montón de gente que podrían llevar a las islas y a su gente a ser lo que Taburiente decía "el paraiso que un día soñamos" y en el que seguimos soñando.
Y lo digo otra vez, No me basta con ver a Antonio Morales en el Cabildo de Gran Canaria. Porque, si los y las que deciden en los partidos se dejan de machangadas, podemos tener a mucha gente como Antonio en las instituciones.