Carta a Albares. No han aprendido nada

MOVIMIENTO POR LOS PRESOS POLÍTICOS SAHARAUIS EN CÁRCELES MARROQUÍES

Excmo. Sr. ministro en funciones de 

Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación 

Plaza de la Provincia

28012 - Madrid

Madrid, 2 de noviembre de 2023

Asunto: No han aprendido nada

Excmo. Sr. ministro,

El terrible mazazo para la humanidad que es el genocidio de Palestina no les ha enseñado a ustedes nada. No les ha enseñado el valor ni la integridad. No les ha inspirado a pretender la justicia.

Anteriores genocidios consentidos en épocas recientes no deberían poder repetirse, con lo demócratas que somos todos. Uno se dice que esto no puede pasar, que tanta crueldad no puede tener recorrido. Pero siguen los bombardeos, que ya se han cobrado decenas de miles de víctimas; sigue la calculada condena a muerte por el bloqueo. Nuestra impotencia contrasta con la complacencia y el apoyo de las potencias occidentales que justifican esta carnicería en la legítima defensa. ¿Legítima defensa de quién? Del invasor, del más fuerte, de quien lleva más de siete décadas asesinando, incumpliendo el derecho internacional, extendiendo cada día la ocupación con colonos asesinos que matan para usurpar tierras; que tiene sitiada a toda una población; que tortura, secuestra, humilla; que encarcela a seis mil palestinos, muchos, sin juicio, muchos de ellos, niños; que no rinde cuentas por esos crímenes; que ha conseguido borrar el concepto de resistencia, tergiversando los términos de una ocupación.

¿Qué hay de democrático en todo esto? Hemos pasado a otra dimensión. Como los ciudadanos, Vds., los gobernantes, están sometidos a la hegemonía del Poder. Es inexplicable, si no, su falta de determinación ante las miles de muertes a civiles que se están perpetrando cada día y se seguirán perpetrando hasta poder utilizar la franja de Gaza, ya libre de estorbos.

No podemos creer que lo hacemos bien porque otros países lo hagan peor. España parece que hace, pero no hace. No ha condenado el genocidio, no ha reconocido a Palestina, no ha impuesto sanciones a Israel. La tibieza de España frente a la matanza de palestinos, de miles de niños palestinos, es intolerable.                                                                                                          

En el ámbito de otra zona ocupada, el Sahara Occidental, la Resolución 2703 del Consejo de Seguridad llama controversia a una ocupación que busca el exterminio del pueblo saharaui y la apropiación de sus recursos naturales; una Resolución que acoge con satisfacción las medidas adoptadas por Marruecos en materia de derechos humanos, es decir que da su bendición a las torturas, palizas, acoso, encarcelamientos, robo de propiedades y un largo etcétera; una Resolución que equipara la necesidad de mejorar los derechos humanos en Marruecos y en la RASD; que acoge “con beneplácito los esfuerzos marroquíes serios y creíbles para hacer avanzar el proceso hacia una resolución”, no así en el caso de la propuesta del Frente Polisario; una Resolución que en ningún momento pronuncia la palabra ocupación.

Esa Resolución prolonga el mandato de la MINURSO (Misión de Naciones Unidas para un referéndum en el Sahara Occidental), organismo de las NNUU controlado por Marruecos, que no organiza el referéndum de autodeterminación, no ha evitado la guerra ni tiene competencia en materia de derechos humanos. ¿Para qué sirve entonces? Para apoyar a Marruecos. Cuando las fuerzas de ocupación o los colonos secuestran o acosan o apalean a un saharaui, la MINURSO se tiene que dar media vuelta porque no puede intervenir. La presencia de la MINURSO en los territorios ocupados no hace sino legitimar la ocupación dándole visos de normalidad.

Pues esa Resolución la han votado todos los miembros del Consejo de Seguridad menos dos, y se han quitado el problema de encima. Hasta la próxima. Pero a España le exigimos más. Le exigimos que denuncie la ocupación y la violación grave y constante de los derechos humanos de los saharauis en los territorios ocupados y en las cárceles de Marruecos. Porque queremos que nuestro país no entre en connivencia con la doctrina de empobrecer y expulsar a los ricos para quedarse con lo suyo. Porque España es la potencia administradora de iure de su antigua colonia –el Sahara Occidental- y debe proteger a sus habitantes, no a sus ocupantes.

Mientras, los presos políticos saharauis siguen sufriendo, desatendidos en sus enfermedades, torturados, reivindicando sus derechos con huelgas de hambre. 

No se le ocurra volver a decir que defiende los derechos humanos. No nos agreda más con su embustera palabrería. Está desperdiciando ocasiones históricas de hacer lo correcto.

Cristina Martínez Benítez de Lugo

Participante en el Movimiento por los Presos Políticos Saharauis