Cómo hacer un tridente ucraniano - por Dmitri Orlov

fr d o — **Federico Aguilera Klink destaca este artículo**

Dmitri Orlov 25 de febrero de 2024 (23:21 h.)

Cómo hacer un tridente ucraniano

Dmitri Orlov

SAKER LATINOAMÉRICA

El símbolo nacional de Ucrania se llama tridente. Se deriva del escudo de armas de los vikingos de la dinastía Rürik, que gobernaron algunas ciudades rusas durante algún tiempo, hace más de mil años. Se llama “trizúb” en ruso o “tryzúb” en ucraniano. Y ahora hay un chiste sobre esto que dice así: “¿Cómo se hace un tridente ucraniano? Le dices a un soldado ucraniano que levante los brazos y se rinda”. El comando suena como "¡Zrobee tryzoob!" en ucraniano.

La semana pasada, muchos soldados ucranianos tuvieron la oportunidad de “hacer una horca” cuando se rindieron en Avdeyevka, un suburbio de Donetsk y donde se encuentra la planta de coque más grande de Europa. (El coque en cuestión es un producto a base de carbón utilizado en la fabricación de acero, no la bebida azucarada; un alto horno requiere alrededor de 650 toneladas de coque para producir una tonelada de acero). Durante los últimos 10 años, los nazis ucranianos han utilizado Avdeyevka diariamente para bombardear barrios civiles en el centro de Donetsk, que están a sólo 10 kilómetros de distancia.

Hicieron esto por dos razones: en primer lugar, porque son terroristas y atacar a civiles es lo que hacen los terroristas, y en segundo lugar, porque la mayor parte de su artillería está demasiado gastada y es inexacta para causar daños a objetivos militares, mientras que atacar edificios, apartamentos, escuelas y hospitales. y los centros comerciales no requieren mucha precisión. (Si desea discutir esto, hay un archivo muy grande de evidencia forense que puede examinar). Los ataques terroristas en Donetsk hicieron que el desplazamiento de los ucranianos de Avdeyevka fuera una alta prioridad, y ahora que esto se ha hecho, el número de muertes de civiles allí ciertamente será mucho menor.

Ni las milicias populares de Donetsk ni los rusos que se les unieron en febrero de 2022 consiguieron desalojar a los ucranianos de Avdeyevka, porque era quizás la fortaleza más reforzada del mundo, con búnkeres y túneles construidos específicamente para resistir la artillería y que requería miles de toneladas. de hormigón armado. Desmantelarlo requirió bombardeos aéreos, pero los ucranianos tenían defensas aéreas que hacían riesgosos los bombardeos directos.

Pero entonces los rusos encontraron una solución: hicieron volar sus bombas, guiadas por navegación por satélite. No fue necesario fabricar nuevas bombas: durante el período soviético se acumularon enormes reservas de ellas, que aún siguen en pie. La vieja bomba está conectada a un surtidor y luego se sujeta a su parte inferior una caja de aluminio estampada de aspecto tosco. El avión sube a gran altura, fuera del alcance de los sistemas de defensa aérea ucranianos, y luego simplemente suelta la bomba. Del artilugio atado a un cinturón de seguridad le salen un par de alas rechonchas. Luego, la bomba gira, toma rumbo vía satélite y desciende hasta el objetivo, impactándolo con precisión y reduciéndolo a escombros.

Los estadounidenses tienen algo similar, llamado JDAM. Es una bomba planeadora hecha a medida que cuesta mucho dinero y es inevitablemente escasa, mientras que los rusos tienen todas las bombas que podrían necesitar y ahora fabrican las unidades de planeo y navegación por satélite con miles de asas. Además, a las unidades adjuntas realmente no les importa a qué las conectes: prácticamente cualquier bomba grande vuela perfectamente bien con ellas. Uno de los favoritos es el FAB-500. Con un peso de media tonelada, puede desmantelar prácticamente cualquier cosa y, lanzado desde una altitud de 12 km y 50 km de distancia, y alcanzando el objetivo en espiral a 1.900 km/h, es imposible de interceptar para los ucranianos. Cuando aterriza en el suelo, forma un cráter de 8,5 m de diámetro y 3 m de profundidad.

Como dice el refrán, si la fuerza bruta no funciona, entonces debe ser porque no se está utilizando lo suficiente. Y los rusos ciertamente utilizaron mucha fuerza bruta en Avdeyevka: del orden de varios cientos de FAB-500 en un día ajetreado. Privados de su fortaleza, los ucranianos supervivientes huyeron a pie a través de campos embarrados. Luego, los comandantes ucranianos hicieron un último esfuerzo: tomaron los restos del Regimiento de Azov, reunieron a tantos combatientes jóvenes capaces como pudieron reunir y los enviaron a los túneles debajo de la planta de coque antes mencionada. No se sabe con certeza qué estaban planeando sus comandantes. ¿Se suponía que sería una repetición de la rendición del regimiento de Azov en la acería de Mariupol? Si es así ¿con qué propósito? En cualquier caso, los miembros del Regimiento de Azov demostraron ser más inteligentes que sus comandantes y simplemente huyeron a pie.

El nuevo orden de batalla en Ucrania es el siguiente. Los ucranianos, escondidos en sus posiciones fuertemente reforzadas o no tanto, y a veces simplemente agazapados en una trinchera embarrada, esperan su destino. Los rusos envían drones para identificar con precisión sus posiciones y luego lanzan tantos FAB-500 como consideren suficientes directamente sobre sus cabezas. Una vez que el polvo se asienta, se utilizan más drones para buscar cualquier signo de vida restante. Esto continúa durante tantos ciclos como sea necesario. Por fim, pequenos grupos de infanteria rusa son enviados para evacuar heridos, redecorar con bandeiras rusas, confraternizar com los civiles que, con lágrimas de alegria, salen de sus escondites y rescatar qualquier gato que los ucranianos hayan dejado atrás. (A los rusos les encanta rescatar gatitos).

En este punto, es seguro declarar que el comando ucraniano, junto con sus amos de Washington, son nada menos que cabezas de chorlito (explicaré esto un poco más adelante). Los propios ucranianos también son un poco tercos: si los envían a morir en masa, los ucranianos mueren en masa. Si se les envía a mantener una posición, la mantendrán hasta que caiga un FAB-500 directamente sobre sus cabezas. Muchos de ellos hacen un tridente y se rinden, muchos otros se niegan a luchar, pero un número impresionante de ellos logra llegar al frente.

Culpo al muy eficaz condicionamiento operante de Washington al que ha sido sometida la población ucraniana durante las últimas tres décadas y a las drogas igualmente efectivas distribuidas a los soldados ucranianos para hacerlos actuar como robots. Los habitantes de Washington fueron mucho más allá de las investigaciones de Ivan Pavlov y más tarde de BF Skinner y, gracias a experimentos como MKultra, produjeron especímenes ucranianos que, si sobreviven, tardarán años en desprogramarse.

Pero Avdeyevka puede desafiar toda esta programación debido a una cierta ley de la naturaleza: no importa cuán testarudas y con el cerebro lavado sean las personas, ninguno de ellos quiere ser el último tonto en cometer el mismo error tonto. ¿Por qué sentarse en una trinchera esperando morir cuando puedes simplemente soltar el arma y salir con las manos en alto... y vivir? Y si el ejército ucraniano decide sufrir un fracaso espontáneo en su existencia, ¿qué efecto tendrá eso en el brillante plan de gastar a los ucranianos restantes para retrasar el ataque de los rusos a la Unión Europea hasta que esté lista para defenderse?

Pero ¿qué pasa con sus testarudos comandantes en Kiev y sus igualmente testarudos amos que viven en Washingtonia, un legendario país de hadas ubicado hace mucho tiempo en una galaxia muy, muy lejana pero fácilmente accesible a través de un guardia? ¿Ropa en la oficina del presidente Zelensky?

Este es un momento triste para Washingtonia. Su Rey Lagarto tiene un ganglio craneal debilitado y sirve para poco más que tragar helado y sufrir caídas. Pero es imperativo que consiga suficientes votos en las próximas elecciones para conseguir otro mandato, o algunos de sus secuaces podrían terminar en la cárcel. Esto requerirá mucho dinero, pero resulta que el dinero es un problema. Uno de los principales proveedores de dinero de impuestos lavado durante las elecciones anteriores, Sam Bankman-Fried, está ahora en prisión. El lavado de dinero ucraniano también está quebrado, y los políticos de Washington dudan en verter continuamente miles de millones en esta madriguera de ratas. El suministro de heroína afgana ha sido interrumpido, habiendo sido reemplazado por fentanilo sintético chino/mexicano, mucho más barato, y aunque los cárteles de la droga mexicanos están pagando al Rey Lagarto para mantener abierta la frontera sur, es posible que estos pagos ni siquiera sean necesarios en el futuro, ahora que los cárteles se armaron con armas antitanques y antiaéreas suministradas por Ucrania. Mientras tanto, Washingtonia ha entrado en una espiral de deuda, con alrededor de 9 billones de dólares adeudados en los próximos 12 meses, lo que hace desaconsejable simplemente imprimir una gran cantidad de dinero, ya que esto sólo acercará el horizonte de acontecimientos de la deuda después de ofrecer a alguien 1 millón de dólares. o mil millones, o incluso billones, provocarán que un habitante de Washington reciba un puñetazo en la cara.

El plan de los washingtonianos para Ucrania fue brillante; Lástima que no funcionó. Primero, lavaron el cerebro a los ucranianos haciéndoles creer que eran antirrusos (aunque son rusos en términos de idioma, tecnología, cultura, fe y hábitos culinarios). Luego hicieron que los ucranianos con el cerebro lavado atacaran a aquellos que estaban demasiado seguros de que eran rusos como para que les lavaran el cerebro, con el objetivo general de provocar una confrontación militar con Rusia. Cuando lo lograron, en febrero de 2022, impusieron sanciones financieras y económicas a Rusia, pensando que esto provocaría el colapso de la economía rusa y que el gobierno ruso sería derrocado y reemplazado por uno obediente a ellos.

Hoy en día, Rusia claramente está ganando: militarmente (ver arriba), económicamente (la economía rusa está creciendo bien, las economías occidentales están en recesión), políticamente (se espera que Putin obtenga alrededor del 80% de los votos en las elecciones del próximo mes) e incluso incluso financieramente (la próxima cumbre de los BRICS, que se celebrará el próximo verano en Kazán, República de Tartaristán, Federación de Rusia, parece dispuesta a poner en práctica un nuevo mecanismo de acuerdo comercial internacional que escaparía por completo de las manos de los habitantes de Washington).

Todo esto constituye una gran sorpresa para los habitantes de Washington, tan grande que todavía no se sienten particularmente sorprendidos. Aparentemente, no es sólo su Rey Lagarto, el Emperador Dementius Optimus Maximus, quien tiene un ganglio craneal deteriorado; sus secuaces también lo tienen. Hace una año ellos formularon El Plan: Los ucranianos debería contatacar a las fuerzas rusas desplegadas en una linea recta de 1.000 kilómetros entre lo que antes fue territorio ucraniano y que ahora es territorio de la Federación Rusa, con la esperanza de recuperar esos territorios de algun manera.

Después de cero kilómetros de avance y varios cientos de miles de bajas ucranianas, El Plan fue abandonado en favor del Otro Plan, que consistía en utilizar las fuerzas ucranianas restantes para impedir y retrasar el avance ruso, para dar tiempo a la Unión Europea a prepararse para lo inevitable. Ataque ruso. En particular, los líderes europeos se han alineado con la presteza de muñecos de pruebas de choque y ahora están discutiendo la preparación de herramientas para la tarea de... atacar a Rusia. Para ellos, aparentemente, es una pendiente resbaladiza de la defensa a la ofensiva. Pero sus ciudadanos no están muy entusiasmados con este plan. Por ejemplo, los finlandeses, después de unirse a la OTAN, ahora están abandonando en masa al ejército finlandés. Los polacos y alemanes no se quedan atrás en su negativa a defender su patria contra las hordas rusas. En general, los europeos no parecen convencidos de que Rusia esté a punto de atacarlos.

Mientras tanto, en Kiev se pueden observar acontecimientos extraños. Hace algún tiempo, el comandante de las fuerzas armadas ucranianas, Valery Zaluzhny, anunció de repente que la situación en el frente oriental estaba en un punto muerto. Esto era contrario a la historia que contaba Zelensky en ese momento, que era que las fuerzas ucranianas aún prevalecerían una vez que obtuvieran tal o cual equipo militar: viejos aviones F-18, tal vez, o algunos cohetes de mayor alcance... y mucho más. ¡Dinero, por supuesto! En respuesta, Zelensky decidió despedir a Zaluzhny, lo que provocó un revuelo entre los habitantes de Washington, que enviaron a Victoria Nuland a Kiev para intentar disuadirlo. Pero su decisión estaba tomada y Zaluzhny fue despedido tras recibir una medalla –por matar a un millón de nazis ucranianos– y un paracaídas dorado.

Zaluzhny fue reemplazado por Alexander Syrsky. Lo curioso de Syrsky es que es ruso (creció y recibió formación en Rusia y su hermano y sus padres viven en Rusia) y odia a los ucranianos. Se unió al ejército ucraniano en la década de 1990 para recibir mejores salarios y evitar tener que luchar en Chechenia. Según sus padres, no los visita desde 2014. Esto es comprensible para ellos: ahora tiene una familia, hijos, un apartamento y una casa de campo en Ucrania. Pero la última vez que los visitó, dijo lo siguiente: “Nos sentamos con oficiales ucranianos en el mismo cuartel general, la mitad de nosotros rusos y la otra mitad ucranianos. Y los odiamos – ¡a todos ellos! Porque son astutos, resbaladizos, astutos y se retuercen como anguilas”.

Si tuviera la oportunidad, Syrsky también mataría a medio millón de nazis ucranianos, pero ya no quedan tantos. Sólo quedan los restos del Regimiento Azov que escaparon de Avdeyevka, además de algunos otros. Pero lo haría si pudiera; después de todo, sus apodos entre las tropas son “el Carnicero” y “General 200” (200 es el código de transporte militar ruso para un soldado muerto que es evacuado del campo de batalla, a diferencia del código 300, que indica un soldado herido). Su currículum incluye fiascos como el de Debaltsevo, donde sus fuerzas fueron rodeadas y diezmadas, Soledar y Bakhmut/Artyomovsk. El fiasco de Avdeyevka marca un comienzo desfavorable para su gobierno. Syrsky es un gran desmoralizador: pónganlo al mando y los soldados ucranianos harán lo menos posible e, idealmente, nada en absoluto.

Todo esto deja claro lo que el Estado Mayor ucraniano planeaba para sus tropas: sólo la muerte. Pero entonces, ¿qué quieren los rusos ahora que tendrán mucha más libertad? Evidentemente querrán liberar el resto del territorio ruso. La República Popular de Lugansk ha estado bajo control ruso durante algún tiempo, pero grandes zonas de Donetsk, Zaporozhye y Kherson aún no han sido liberadas. Luego está la cuestión de la zona de amortiguamiento que es necesario establecer entre la región de Belgorod y lo que queda de Ucrania; esto ya ha sido anunciado. Luego está el anuncio de Putin de que “Odessa es una ciudad rusa” (con Nikolaev incluido, por si acaso). Con Nikolaev y Odessa en manos rusas, habría una ruta terrestre a Transnistria, solucionando este espinoso problema.

¿Y es Kiev una ciudad rusa? Bueno, eso es evidente: ella es “la madre de las ciudades rusas”, según un cronista medieval. Luego están las partes que actualmente forman parte de Ucrania occidental, pero que en realidad deberían pertenecer a Polonia, Hungría y Rumania, tal vez con un enclave ruso. El resto tardará algún tiempo en resolverse e incluso se le puede permitir que siga su propio camino siempre y cuando esté adecuadamente desmilitarizado y desnazificado, sea amigable o al menos neutral con Rusia, y no haya Washingtonianos allí ni OTAN.

Pero ¿qué pasa con la idea espuria de que, después de acabar con Ucrania, Rusia atacará a la Unión Europea? En cuanto al deseo de Rusia de atacar a la vieja Europa decrépita y degenerada, este punto lo planteó alegóricamente hace 170 años el caprichoso poeta ruso Kozma Prutkov quien, imitando al poeta romano Catulo, escribió su “Oda a una mujer de la Grecia antigua si codiciara mi amor”. ”(en mi traducción igualmente caprichosa):

¡Aléjate, bruja desdentada!

¡Me horrorizan tus caricias!

Esas innumerables arrugas que se extienden por…

El yeso lloviendo sobre su pecho...

¡Recuerda que la muerte está cerca y olvida tu lujuria!

¡Tu voz ronca me molesta los oídos!

¡Cállate, vieja!

Cubre tu cabeza sin pelo,

El pergamino de tus hombros amarillos,

¡El cuello marchito con el que esperas tentarme!

Debiste haber sido reducida a cenizas hace mucho tiempo.

Y ser sepultada en una urna de barro.