Cuando Yemen lo que hace es terrorismo, cuando Estados Unidos lo que hace es “el orden basado en reglas” - por Caitlin Johnstone
Federico Aguilera Klink y Chema Tante recomendamos este texto y nos unimos a la condena a un Imperio cruel y cínico, un Imperio de matones
Cuando Yemen lo que hace es terrorismo, cuando Estados Unidos lo que hace es “el orden basado en reglas”
Caitlin Johnstone *
Estamos gobernados por tiranos asesinos. Por matones con armas nucleares que preferirían matar de hambre a los civiles para proteger la continuación de un genocidio activo antes que permitir que la paz interviniera de manera abrupta
Escuche una lectura de este artículo (en inglés) por lectura de Tim Foley :
La administración Biden ha redesignado oficialmente a Ansarallah (la fuerza dominante en Yemen, también conocida como los hutíes) como entidad terrorista global especialmente designada.
La Casa Blanca afirma que la designación es una respuesta apropiada a los ataques del grupo contra buques militares y comerciales estadounidenses en el Mar Rojo y el Golfo de Adén, diciendo que esos ataques "se ajustan a la definición de terrorismo de los libros de texto". Ansarallah afirma que sus acciones “se ajustan a las disposiciones del artículo 1 de la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio”, ya que sólo está imponiendo un bloqueo destinado a poner fin a la actual destrucción israelí de Gaza.
Uno de los actos más atroces cometidos por la administración Trump fue la designación de Ansarallah como Organización Terrorista Extranjera (FTO) y como Terroristas Globales Especialmente Designados (SDGT), las cuales impusieron sanciones que, según advirtieron los críticos , hundirían a la población de Yemen, dependiente de la ayuda, en la miseria. niveles de hambruna aún mayores que los que ya estaban experimentando al restringir la ayuda que se permitiría. Una de las únicas decisiones de política exterior decentes de la administración Biden ha sido revertir esa medida sádica, y ahora esa reversión se está revirtiendo parcialmente, aunque afortunadamente solo con la inclusión en la lista SDGT y no con la designación FTO, más letal y consecuente.
En un nuevo artículo para Antiwar sobre este último acontecimiento, Dave Decamp explica que por mucho que la Casa Blanca de Biden haga todo lo posible para insistir en que emitirá exenciones para garantizar que sus sanciones no perjudiquen al pueblo yemení, que ya está luchando, “la historia ha demostrado que las sanciones ahuyentan a las empresas y bancos internacionales a hacer negocios con las naciones o entidades objetivo y provocan escasez de medicamentos, alimentos y otros bienes básicos”. DeCamp también señala que los ataques aéreos estadounidenses y británicos contra Yemen ya han obligado a algunos grupos de ayuda a suspender los servicios al país.
Por lo tanto, el imperio estadounidense impondrá sanciones a una nación que todavía está tratando de recuperarse de la devastación causada por el bloqueo saudí respaldado por Estados Unidos y que contribuyó a cientos de miles de muertes entre 2015 y 2022. Todo en respuesta al gobierno de facto. de que ese mismo país imponga su propio bloqueo con el objetivo de impedir un genocidio.
Así es, muchachos: cuando Yemen establece un bloqueo para tratar de detener un genocidio activo, eso es terrorismo, pero cuando el imperio estadounidense impone un bloqueo para asegurar sus intereses geoestratégicos en el Medio Oriente, ¿por qué eso es solo el orden internacional basado en reglas en acción? .
Simplemente dice tanto sobre cómo se ve a sí mismo el imperio estadounidense que puede imponer bloqueos y sanciones de hambre a voluntad a naciones como Yemen, Venezuela, Cuba, Irán, Siria y Corea del Norte por negarse a ceder a sus dictados, pero cuando Yemen impone una bloqueo por razones infinitamente más valiosas y nobles, se le tacha de acto de terrorismo. Los administradores del imperio global vagamente centralizado alrededor de Washington creen literalmente que el mundo es suyo para gobernarlo como quieran, y que cualquiera que se oponga a sus decisiones es un proscrito.
Lo que esto nos muestra es que el “orden internacional basado en reglas” que Estados Unidos y sus aliados dicen defender no se basa en reglas en absoluto; se basa en el poder, que es la capacidad de controlar e imponer tu voluntad a otras personas. Las “reglas” se aplican sólo a los enemigos del imperio porque no son reglas en absoluto: son narrativas utilizadas para justificar los esfuerzos por doblegar a la población mundial a su voluntad.
Estamos gobernados por tiranos asesinos. Por matones con armas nucleares que preferirían matar de hambre a los civiles para proteger la continuación de un genocidio activo antes que permitir que la paz interviniera de manera abrupta. Nuestro mundo nunca podrá conocer la salud mientras estos monstruos sigan al mando.
* Gracias a Caitlin Johnstone y a la colaboración de Federico Aguilera Klink
