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sábado, 18 de mayo de 2024 17:06h.

¿Culpa de quién? culpa del sistema, culpa de la Constitución - por Chema Tante

CHEMA TANTEOtra vez se equivocan, Rajoy, Sánchez y Rivera. El culpable de esta imposibilidad de formar gobierno no es ninguno de los tres. Y mucho menos lo es Iglesias. La culpa de este desastre es el sistema, "atado y bien atado" que legara el sanguinario Dictador. La culpa es de una Constitución que tanta gente papanata se ha dedicado a ensalzar todos estos años, pero que es un texto funesto, por consagrar un sistema electoral que no soluciona los problemas de tensiones entre las naciones y entre las clases sociales..

¿Culpa de quién? culpa del sistema, culpa de la Constitución - por Chema Tante

Hemos tenido que asistir al deplorable espectáculo de un caradura que pretendió hacer valer su primera mayoría como si fuera una victoria, alegando que "el electorado le había designado a él", ignorando a la inmensa multitud de gente que le ha rechazado en las urnas. Mucha más, de lejos, que la que le votó.

Y hemos tenido que ver a dos insignes manipuladores, proponiendo que unos partidos de izquierda que consiguieron entre los dos más de seis millones de votos, se abstuvieran, y se quedaran al margen, para que pudiera participar en un gobierno otro partido, éste de derechas, que solamente obtuvo poco más de tres millones. Dos trileros que intentaron hacer pasar como "programa de progreso", un acuerdo que "era aceptable por el 80% del electorado del Pp". 

Y estos tres partidos, dos de derecha manifiesta; y el tercero, que se llama de izquierda, han caido unánimemente en dos errores. Uno, situarse abiertamente en defensa del neoliberalismo. El otro, ignorar a las crecientes cantidades de personas que aspiran a la soberanía de sus respectivos pueblos, que reclaman su derecho, al menos, a ser consultados sobre cuál debe ser su relación con este estado que responde a la entelequia llamada España. Porque los tres partidos, Pp, PsoE y C's, han demostrado, de palabra y hechos, estar de acuerdo con el austeritarismo y pretenden que esos cerca de dos millones de personas que votaron por ERC, DyL, Bildu y PNV, sencillamente, no existen. Aunque no hayan podido eliminar -bastante que les gustaría- a los 25 escaños que suponen esos votos. Y no dejaré aquí, por cierto, de proclamar la magua que me produce ver a los dos escaños pretendidamente nacionalistas canarios, colocarse al lado del más rancio españolismo.

En esas circunstancias de error y de negación de las dos evidencias de la existencia de la izquierda y del soberanismo, ha sido imposible que se formara el gobierno de izquierdas, democracia y de respeto al derecho de los pueblos, que ha demandado la mayoría del electorado. Y, acto seguido, se han desatado las acusaciones, dirigidas entre sí recíprocamente por los tres farsantes. Y, al mismo tiempo, lanzadas al unísono, contra el único gran partido que se ha mantenido fiel a sus principios ideológicos y a su electorado.

 

rajoy sánchez rivera iglesias

Otra vez se equivocan, Rajoy, Sánchez y Rivera. El culpable de esta imposibilidad de formar gobierno no es ninguno de los tres. Y mucho menos lo es Iglesias. La culpa de este desastre es el sistema, "atado y bien atado" que legara el sanguinario Dictador. La culpa es de una Constitución que tanta gente papanata se ha dedicado a ensalzar todos estos años, pero que es un texto funesto, por consagrar un sistema electoral que no soluciona los problemas de tensiones entre las naciones y entre las clases sociales. Un sistema que se ha empeñado en operar como presidencialista de hecho, cuando es parlamentarista en la letra. Un sistema que se ha aprovechado del estado de supina ignorancia política generada por ochenta años de dictadura, expresa primero, solapada después. Por esa ignorancia política puede un sandio como Rajoy demandar su derecho a gobernar por ser la primera mayoría, cuando la elección de gobierno es de segundo grado. Un sistema que ha protegido durante estos años de pretendida democracia la hegemonía de dos partidos centralistas amarrados por sus deudas al poder económico. Hasta que la irrupción de los movimientos populares ha roto la dictadura del bipartidismo, pero conduciendo a este caos político. Porque se carece del procedimiento electoral y político adecuado a la diversidad política y nacional que existe en el estado.

Constitucion_de_1978redactores constitución

Culpables del fracaso

Ahora, este propio sistema obtuso indica que hay que celebrar nuevas elecciones, que, sin duda, no van a solventar las dificultades.Porque lo que hay que convocar es un proceso constituyente que dote a este estado del cuerpo legal que necesita. No una Constitución como la del 78, redactada por una insalla de franquistas y aceptada por un grupo de demócratas encandilado por haberse quitado de encima la bota física del totalitarismo, sin percatarse de que, a cambio, le colocaban encima el peso insoportable del poder económico.

Iremos, pues, a nuevas elecciones. Pero esperemos que, al fin, los partidos que de verdad representan las aspiraciones populares obtengan el poder de decisión suficiente para, acto seguido, convocar ese proceso constituyente que libere a nuestros pueblos del ominoso estado de derecha en que nos encontramos.