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sábado, 11 de mayo de 2024 10:14h.

El genuflexo Clavijo compra votos con las perras del ITE - por Chema Tante

"Una legítima defensa de las islas periféricas, que podía conseguirse simplemente con medidas presupuestarias estructurales, se ha convertido en la dictadura de una poca gente, a la que se le convence, simplemente, con inversiones."

El genuflexo Clavijo compra votos con las perras del ITE - por Chema Tante

Con la engañosa excusa de proteger a las poblaciones de las islas periféricas, la proterva imaginación de quienes buscaban la hegemonia de sus partidos, montó un sistema electoral basado en la triple paridad. Con esto, en una pirueta increible, las poblaciones minoritarias, pasaron, de ser potencialmente dominadas, a dominar efectivamente la politica canaria. Una poca gente mangonea a la otra mucha gente.

Otorgándole a islas con mínima población la capacidad de mantener en el Parlamento un número decisivo de escaños, todo el tenderete político de las islas depende, al final, de las islas menos pobladas. El clientelismo y la manipulación gangochera de los votos está servido. Una legítima defensa de las islas periféricas, que podía conseguirse simplemente con medidas presupuestarias estructurales, se ha convertido en la práctica en la tiranía de una pequeña fracción, a la que se le convence, simplemente, con inversiones.

Un sistema electoral absolutamente injusto, poco democrático, que magnifica exageradamente la protección a las minorías, basándose, en la legítima reivindicación de la triple paridad, y que ha sido reiteradamente contestado. Pero que ahora vuelve a ser enarbolado por el genuflexo Clavijo para repartir los fondos de la dávida electoral ppera del ITE. Dice el genuflexo que "con razón se ríen de nosotros en Madrid, porque nos peleamos por el reparto". Este tío es estupendo. Llama "pelearse" a rechazar sus interesados propósitos en esta distribución. 

Interesados propósito, porque el genuflexo Clavijo no piensa repartir esas perras aplicando los mismos criterios electorales, dándole generosamente la mitad de las perras al veinte por ciento de la gente. El genuflexo no pretende que el veinte por ciento reciba ochenta millones y que los otros ochenta los reciban el ochenta por ciento, porque le haya salido un emocionado cariño por las periféricas. El cariño del genuflexo es por los votos de los escaños de las periféricas, cosa muy distinta.

El genuflexo, con una jeta que de verdad da vergüenza ajena, se atreve a decir que quienes le critican sus intenciones "no ponen otras propuestas sobre la mesa". Y "que él sí que ha hecho las cuentas". Es la forma habitual de debatir del genuflexo, mentir con todo descaro. Porque el genuflexo no ignora aunque, con toda caradura, lo parezca, que todo el mundo, menos su coalición empresaria, le dice que esa pasta hay que ditribuirla en función de las magnitudes relativas del paro y demás necesidades en cada isla. Y ahora viene este cínico del genuflexo a decir que "quienes critican no piensan en las necesidades de la gente". Pero, ¿qué dices, velillo? Quien solamente se preocupa de tus propios problemas eres tú. Lo que pasa es que las propuestas lógicas no le sirven al genuflexo para sus planes. 

Porque por supuesto que el genuflexo ha hecho sus números. Pero no son cuentas de soluciones para el paro, de inversiones equitativas, sino números para sus propias posibilidades de supervivencia. Ese es el mojo de todo este sancocho que está cocinando el genuflexo, que observa con terror que le pueden sacar de su cargo y no podría ir más a postrarse a los pies de Felipe. Tres. Tres es el número que no se le va de la cabeza al genuflexo. Tres, son tres, los escaños que la manipulación del criterio de la triple paridad le han puesto en las manos a Casimiro. Y la influencia de Casimiro en su isla viene, en exclusiva, de la masa de euros que consiga cada vez que se produzca la rebatiña por el reparto. Porque corre por las islas el estruendoso el rumor de que al genuflexo podrían enfrentarle a una nueva correlación de fuerzas en el Parlamento que generaría un nuevo gobierno. Y, para conjurar ese peligro mortal, el genuflexo depende desesperadamente de los votos que maneja Casimiro.

Esa es toda la cuestión. Compra de votos, compra de voluntades.Es la miseria moral del genuflexo, un tipo al que Canarias y su gente, le importan poco. Lo que le interesa al genuflexo es lo mismo que a su antecesor: mantenerse en las alturas.

Y conste que todo esto desde el más dolorido escepticismo. Porque me da lo mismo las perras que se repartan y cómo se repartan. Porque lo que me interesa son los resultados. Y tengo muy claro que, con esta insalla que gobierna, el problema no es solamente de dinero sino sobre todo, de gestión.

http://eldia.es/canarias/2015-10-20/5-Aluvion-criticas-propuesta-Clavijo-repartir-ITE.htm