PSOE, PP y Puigdemont

Rafael Álvarez Gil *

TELDE ACTUALIDAD

El calendario electoral pega un vuelco. La no aprobación de los Presupuestos catalanes conlleva el adelanto con la cita con las urnas que estaba prevista para principios de 2025. Al margen de los resultados que conozcamos el 12 de mayo, hay dos claves que juegan en contra de socialistas y populares. Pedro Sánchez tendrá que prorrogar las cuentas de 2023 y comenzar a elaborar las del siguiente año. No hay forma de confeccionarlas con las siglas nacionalistas vascas y catalanes compitiendo entre sí en cada territorio. Por su parte, el PP no tendrá buenos resultados en ambos comicios y, por tanto, se diluirá el efecto de la victoria gallega como lo hace la espuma de una cerveza. Así las cosas, PSOE y PP encararán la campaña de las elecciones a la Eurocámara que, como es habitual, se hablará mucho de España y poco (o nada) de Europa.

País Vasco y Cataluña nos recordarán enseguida el factor plurinacional que es, desde el ‘procés’, el que está determinando la vida política en el Estado. Es más, si no fuese por vascos y catalanes, Sánchez no estaría hoy en La Moncloa. La clave territorial lo es hoy (casi) todo. Y cuando se reniega de la misma, como le sucede al cuartel general de los populares en Génova, se estampan de bruces con la realidad y les aleja del poder. Con Vox, excluyen al reto de potenciales socios.

En cuanto a Carles Puigdemont, resta saber si llegaría a tiempo para ser investido presidente al calor de la ley de amnistía. ERC, adelantando las elecciones, coge a Junts con el pie cambiado. El runrún electoral catalán sonaba ya la noche del lunes como posibilidad que iba tomando forma. Y el miércoles por la tarde se hizo patente.

Más que el resultado que arroje las urnas en un territorio y otro, lo primordial será observar cómo queda la gobernabilidad posterior. Esto es, si el PSE-EE y el PSC son, cuando menos, socios del Ejecutivo capitaneado, digamos, por PNV y ERC, respectivamente. Aunque EH Bildu se prevé que pegue un subidón y, por ende, también puede reclamar al PSOE en Madrid de que ha llegado la hora de aplicar en la autonomía vasca lo mismo que en el consistorio de Pamplona. Un momento que, antes o después, con un PSOE que acepta la plurinacionalidad por mucho que le haya costado (recordemos el mitin de Sánchez con la súperbandera de España como telón de fondo estando aún en la oposición) tendrá que dirimir. Solo el PNV podría salvar a Sánchez de semejante enredo; al menos, por ahora.

* Gracias a Rafael Álvarez Gil y TELDE ACTUALIDAD y a la colaboración de Antonio Aguado

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